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¿Te parace lógico estar en contra de algo que no existe?
Si te calificas como ATEO; estás cometiendo un grave error; puesto que nadie puede estar en contra de lo que no existe.
Me opongo al término ATEO y su filosofía, ya que se contradice así mismo. El mismo ATEO le da existencia a su oponente; puesto que en el mismo momento que te opones a algo, es porque ese algo existe. Y si no existe, le das existencia al darle un nombre. Desde ese momento empieza a existir en tu mente.
Muchos grandes pensadores, hombres y mujeres cultos en todos los sentidos, han cometido el error de calificarse como ATEOS: grave error; ustedes son rebeldes, revolucionarios, críticos, razonables, librepensadores... pero, no son ateos.
No existe ni un solo método para demostrar la inexistencia de un ser Todopoderoso o el inicio de todas las cosas; pero, utilizando la razón, existen infinitos métodos para probar la existencia de un ser Todopoderoso...; pero, los religiosos tampoco poseen métodos algunos que no sea la fe (la imaginación)
Por ignorancia, los religiosos han caído en el error de humanizarlo y atribuirle poderes, nombres, acciones, hechos, esposas e hijos, ayudantes y hasta le han puesto palabras en su boca; además de calificarse como elegidos de ese ser.
Un librepensador lleva toda la de ganar en cualquier debate religioso y filosófico; ya que tiene un mundo de recursos por delante; mientras que los religiosos solo cuentan con libros de mitos y leyendas; libros llenos de errores y contradicciones entre sí.
QUERIDOS AMIGOS:
No vuelvan a cometer el error de llamarse ATEOS, ya que se han convertido en otros religiosos; sin ningún horizonte.
Nadie puede perjudicar a la fuerza que permite que todo suceda; así que, el resultado que te da lo que hagas eso era el plan de ese ser, porque tú no tienes idea de sus planes.
No quiero que me confundan señores religiosos; ustedes hablan de lo que no saben; yo hablo por experiencia o conocimiento. No creo en el Dios de los religiosos; tampoco acepto al ateísmo como mi filosofía, por su incapacidad de probar la inexistencia de Dios. Así, tampoco los religiosos pueden probar la existencia del Dios que pretenden enseñar. No saben quién es, ni dónde está, ni cómo es ni mucho menos sabe algo acerca de su origen y su futuro