El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) fundado por Juan Bosch en diciembre de 1973, al separarse su fundador del PRD por diferencias ideológicas y el criterio de que el PRD había renunciado a los principios éticos de la política. Juan Bosch había sido electo Presidente de la República en 1962 por el PRD, pero fue derrocado 7 meses más tarde por grupos militares con el apoyo de la Iglesia y los Estados Unidos, a quienes no les favorecían sus medidas democráticas y su tendencia socialista. Ha obtenido en 5 ocasiones la Presidencia de la República, por el apoyo obtenido por la mayoría de los partidos minoritarios existentes.
El PLD alcanzó el poder por primera vez en la segunda vuelta de las elecciones de 1996. Originalmente de corte izquierdista, asumió un papel más neoliberal con el ascenso al poder de Leonel Fernández en 1996, iniciando un procesos de privatización de las empresas públicas y liberalización de mercados, al tiempo que fortalecía ciertos aspectos de la institucionalidad en la gestión pública. El PLD es el líder del Bloque Progresista, un grupo de 12 partidos y organizaciones políticas.
Volvió al poder en el año 2004, en medio de una delicada situación económica que vivía el país, producto de una crisis bancaria que afecto los índices de desarrollo del país. Logró la recuperación de la estabilidad macroeconómica durante el mandato del presidente Leonel Fernández, motivo por el cual resultó nuevamente reelecto en las elecciones del año 2008. En el 2012, fue elegido el presidente Danilo Medina por parte del PLD, quien ha centrado su gobierno en el gasto social, lo que ha significado un retorno del partido a sus orígenes de izquierda. Dicho presidente ha sido reelecto para el período constitucional 2016-2020.
El PLD ha sido duramente cuestionado por el supuesto uso de recursos del Estado durante las elecciones congresuales de 2006 y 2010, y en las elecciones presidenciales de 2008. Organizaciones no gubernamentales y partidistas han protestado contra el uso de los fondos públicos en campaña, mencionando que los gobiernos del PLD han gastado miles de millones de pesos para beneficiar a sus candidatos, razón por la cual se sospecha obtuvieron en las elecciones congresuales de 2010 el control casi absoluto del Congreso (31 de los 32 senadores, y más de la mitad de los diputados), a pesar de que fue el segundo partido por votos individuales.