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martes, 29 de agosto de 2017

Corea del Norte ha disparado la madrugada de este martes un misil balístico, informa la agencia surcoreana Yonhap.
Por su parte, el Gobierno de Japón ha indicado que el misil seguía una trayectoria dirigida al norte de su país.
Asimismo ha emitido una alerta a la población de la región japonesa de Tohoku, para que busque albergues seguroscomo refugios subterráneos.
Fuentes militares surcoreanas, citadas por Yonhap, han confirmado que el misil norcoreano pasó por el espacio aéreo japonés.
Además se reporta que el misil se dividió en tres partes y habría caído en el océano Pacífico, a unos 1.180 kilómetros al este de las costas de la isla nipona de Hokkaido, al norte de Japón.
Tokio, asimismo ha destacado que no ha registrado la caída de ningún objeto en territorio nipón, y que el Ejército no intentó derribar el proyectil.
Además las fuentes militares de Yonhap han señalado que el misil balístico tuvo un alcance de unos 2.700 kilómetros y llegó a una altura máxima de 550 kilómetros. Por su parte, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur ha indicado que el misil fue lanzado desde la región de Sunan, cerca de Pionyang, a las 05:57 (hora local) de este martes.
Ha agregado que las fuerzas surcoreanas y estadounidenses están analizando todos los datos sobre este nuevo lanzamiento. Al mismo tiempo, las Fuerzas Armadas de Corea del Sur se encuentran en alerta máxima tras el disparo del proyectil norcoreano.
Portavoces del Pentágono también han confirmado que el misil norcoreano sobrevoló Japón, aunque no representó ninguna amenaza para ese país, ni para Estados Unidos.

Una "venganza despiadada"

La semana pasada Corea del Norte lanzó varios misiles de corto alcance que volaron 250 kilómetros en dirección noreste, desde la provincia de Kangwon en el mar del Japón.
Estos lanzamientos se producen a medida que EE.UU. y Corea del Sur realizan sus maniobras militares conjuntas, denominadas Ulchi-Freedom Guardian, que este año se llevan a cabo entre el 21 y el 31 de agosto.
La cúpula militar norcoreana ha condenado en varias ocasiones las maniobras conjuntas y llegó a amenazar con lanzar una "venganza despiadada" y "castigar" a Estados Unidos y a Corea del Sur por sus ejercicios militares conjuntos.



lunes, 28 de agosto de 2017


NUEVA YORK._ La campaña que inundó parte de las líneas de trenes y otros sitios públicos de Nueva York y en la que se acusa de “racista” al fundador de la República Dominicana Juan Pablo Duarte y Diez, es parte de la promoción estratégica de una película que versa sobre la vida del patricio quisqueyano, según publica en su edición el matutino hispano local El Diario/La Prensa.


El periódico dice que tras realizar una investigar acerca de las ofensas en miles de afiches que fueron distribuidos en áreas de la ciudad con énfasis en el Alto Manhattan, se encontró con el señor Javier Rivera, quien trabaja para una empresa de publicidad con base en Los Angeles, California y que ideó el falso concepto.



“Padre del Racismo” se lee en letras grandes y de color negro, impresas sobre una fotografía de Duarte en el poster que diseñaron los “estrategas” de la promoción del filme.



Rivera dijo que la idea ha dado excelentes resultados, porque logró atraer la atención de millares de dominicanos radicados en la ciudad, que era el objetivo de la empresa promotora.



“Estamos concluyendo la primera fase de nuestra campaña publicitaria”, le dijo Rivera a El Diario/La Prensa para agregar que la empresa que promueve la producción, vio la necesidad de generar controversia en la comunidad hispana de Nueva York.



“Padres de Racismo” es también el título oficial de la película. Rivera indicó que los dominicanos y los latinos deben revisar la historia del país caribeño para desmitificar a Duarte, mediante acusaciones de racismo y discriminación.



Expresó que a pesar del malestar generado entre los dominicanos, la compañía SPG Marketing de Beverly Boulevard en Los Angeles, continuará con la misma campaña en otras ciudades de Estados Unidos.



Dirigentes comunitarios criollos, entre estos Radhamés Pérez, líder del Movimiento Revolucionario Nueva Patria, se pronunciaron contra la campaña.



Pérez, en sus declaraciones a este reportero, la calificó de ridícula y asqueante y rechazó que Duarte, que fundó primero la Sociedad Secreta La Trinitaria en la clandestinidad y posteriormente el 27 de febrero de 1844 hizo con su movimiento patriótico que la ocupación haitiana en Santo Domingo que duró 22 años, terminara abruptamente, jamás fue un racista y mucho menos un discriminador.



El patricio dominicano que tiene una estatua en el barrio chino de Nueva York, murió en la pobreza y exiliado en Caracas, Venezuela después de haberle dado la identidad y la soberanía a sus compatriotas, bajo la perenne égida de “República Dominicana, Dios, Patria y Libertad”, frases que coronan y bordean el escudo dominicano.



Rivera advirtió que en la segunda fase de la campaña publicitaria se acusará a Duarte de haber inspirado a miles de estadounidenses a integrarse a la temible y terrorista organización supremacista blanca Ku-Klux-Klan.



Rivera no dijo en cuáles documentos, los productores de la película se basan para acusar a Juan Pablo Duarte y Diez.



La exhibición en Nueva York del filme podría enfrentar serios problemas debido a la devoción con que los dominicanos radicados aquí, enarbolamos y defendemos nuestros valores y nacionalidad.




Aquí pueden leer unas de las referencias de esa campaña: Campaña contra Duarte en NY es para promover película sobre vida del patricio


No sé si la película llegó finalmente a producirse o a presentarse. Y por lo visto NYP no se molestó en verificar este detalle, que en su caso es el gran detalle pues es la única razón por la cual colocan la estatua de Duarte en esa lista.



Finalmente, la declaración de De Blasio ha explosionado es sobre la figura de Cristóbal Colón, por una estatua del almirante colocada en una plaza en New York. No existe una sola referencia sobre otro monumento en discusión actualmente luego del anuncio de De Blasio. Ayer, una nota de EFE daba constancia de que no existe una lista sobre monumentos que puedan ser retirados en esa ciudad, pues el alcalde ni siquiera ha conformado la comisión que hará las propuestas, luego de un examen de los monumentos, para retirar símbolos ofensivos o racistas. La nota aborda el debate sobre la estatua de Colón.



O sea, el supuesto retiro de la estatua de Duarte es una bola de nieve, una noticia falsa alimentada de amarillismo y oportunismo.  

sábado, 26 de agosto de 2017

 Consuelo Despradel, la popular comunicadora antihaitiana es de origen haitiano.
Hitler era descendiente de judíos
Adolfo Hitler fue reponsable por la matanza de más de seis millones de judíos de todas partes de Europa. Hoy es conocido por todos que entre sus ancestros habían judíos. En un examen de adn se determinó que tenía sangre africana y judía.

La popular comentarista de TVE, la Z-101 y otros medios de comunicación, según el historiador Frank Moya Pons, es de origen haitiano. 

Parece mentira que el odio que profesa la popular comunicadora hacia nuestros vecinos provenga de alguien de su misma raza, su actitud más que nacionalista es negación de origen, terror a que algún día se supiera lo que estamos afirmando, la señora Consuelo Despradel, el origen de su familia y apellido; es haitiano. ¿Nos aceptaría la popular Consuelo Despradel, someterse a una prueba de adn, la cual estamos dispuestos a costear?

LISTA DE APELLIDOS DE ORIGEN HAITIANO - LETRA D


viernes, 25 de agosto de 2017

LA CULTURA HUMANA:
EL HOMBRE, LA RELIGIÓN, EL ESTADO Y LA FAMILIA

EL HOMBRE Y LA CULTURA
Cultura y culturas
Generalmente, cuando hablamos de cultura pensamos que gente culta es aquella muy educada, que sabe mucho, que va a conciertos o que concurre frecuentemente a las exposiciones de pintura. Sin duda, estas personas son cultas. Pero si sólo ellas lo fueran, la cultura afectaría a una pequeña parte de la población; y esto no es así. Todos tenemos cultura, porque esta idea abarca mucho más que esas muestras de refinamiento. “La cultura es todo lo que el hombre hace, dice o piensa.”
En conclusión, la cultura es el conjunto de formas de comportamiento y maneras de pensar característicos de un grupo de personas. Cuando un niño nace, el grupo le enseña cómo comportarse según lo que se considera correcto y -aunque a lo largo de su vida- haya costumbres que cambien, lo principal de esta manera de comprender el mundo se mantiene inalterable. Así, la cultura es una herencia que el hombre recibe y mantiene a lo largo de su vida aunque se introduzcan cambios parciales. Cuando un chico nace en nuestro país, aprenderá a hablar español; estará obligado a ir a la escuela a partir de los cinco años; no podrá casarse sin consentimiento de sus padres antes de los dieciocho y muchas cosas más que nos parecen naturales pero que no lo son. En otras culturas, las costumbres son diferentes.
Los elementos que integran cada cultura son las formas de vida, es decir, la manera en que una sociedad asegura su subsistencia y se adapta al medio físico; la estructura social, o sea, cómo se ordena la sociedad teniendo en cuenta las relaciones que mantienen sus integrantes entre sí (parentesco, vecindad, clases sociales, sexo, edad); las creencias, los valores, las normas y los principios aceptados mayoritariamente (lo que la sociedad considera que está bien y que está mal); la organización política (formas de gobierno, autoridades, leyes), y la religión, la lengua, el arte.
Sin embargo, las culturas cambian. Estos cambios pueden producirse por la lenta aparición y aceptación de nuevas pautas o costumbres. Pero, normalmente, la mayor parte de los cambios son el resultado del contacto con pueblos que tienen rasgos diferentes. Estos contactos tradicionalmente se producían como consecuencia de las guerras o las conquistas, pero también por vías pacíficas como el comercio. A esta forma de introducir cambios -cuando las innovaciones se transfieren de un grupo cultural a otro- se la llama difusión. No todo se transfiere de un grupo a otro sin problemas. Es fácil que se transmitan nuevas técnicas para producir alimentos. Pero no será tan simple que se adopte una nueva religión.
Cultura y conceptos
Cultura es una palabra proveniente del latín que significa cultivo, y en este sentido podría entenderse como el acto de cultivar y mejorar las facultades físicas, morales e intelectuales del hombre. De hecho, la cultura es lo realizado por el hombre, ya sean transformaciones o innovaciones materiales o creaciones sociales, científicas, artísticas, religiosas, éticas, etcétera, que le ayuden directa o indirectamente a satisfacer sus necesidades. Para algunos estudiosos del tema, las palabras cultura y civilización son sinónimos. Aunque en estricto sentido no debiera ser así, ya que el concepto civilización se toma como los avances logrados por las sociedades más dinámicas y, por tanto, está más bien ligada a los centros urbanos que al campo; en cambio, la cultura es un término más amplio que incluye la civilización, pero además, las manifestaciones de todo tipo que el hombre ha dejado en el planeta.
Son significativos en el proceso histórico de los pueblos, los préstamos culturales (aculturación), que en forma amistosa u hostil han practicado entre sí; en otras palabras, intercambio cíe conocimientos, costumbres, ideología, etcétera. Ejemplos de esta situación se tienen a lo largo cíe la Historia, así están España y América, el primero es el pueblo dominante y el segundo, el dominado. Roma conquistada por los bárbaros se les impone culturalmente.
Se parte del hecho de que el hombre para vivir con sus semejantes, debe adaptarse a la forma de vida del grupo en el cual se encuentra, tal situación (endoculturación), que puede ser consciente o inconsciente, se inicia en la niñez y culmina con la muerte.
Ahora bien, al paso de los siglos, en las diversas áreas geográficas se han ido desarrollando diferentes culturas, dependiendo éstas de los hábitos, actitudes y conductas de los pueblos.
Aspectos de la cultura
El hombre, por su inteligencia y por su capacidad de razonar, se distingue de los demás animales. La vida de éstos en general conserva las mismas costumbres de sus antepasados, en tanto que el hombre las altera, cambia, etcétera, de ahí que su herencia social y cultural lo transforma en el tiempo y en el espacio.
Curioso es destacar la semejanza de los fines de todas las culturas entre sí, esto es, se tiende a una unidad psíquica de la humanidad. Las necesidades que experimenta el ser humano pueden ser de orden primario (o fisiológicas), secundarias (psíquicas), y su satisfacción es variada en cada cultura.
Habrá mejor comprensión de la cultura si se basa en ciertos aspectos de orden material e inmaterial, mediante los cuales se llega a la satisfacción de las necesidades arriba citadas.
Los aspectos de la cultura son:
I) Material: en el que se considera a la tecnología
II) Inmaterial: La organización social, las estructuras políticas y de educación
Los sistemas de creencias, el control del poder
Las artes gráficas y plásticas, el folclor y la música
El lenguaje
El hombre puede alterar y adaptar el lugar donde se encuentra para poder vivir. Lo realizado por el hombre para satisfacer sus necesidades físicas, constituye la cultura material, la cual no es parte de la cultura, sino el producto de la misma, y mediante su estudio se conoce la vida que desarrollaron los seres humanos.
La tecnología se puede considerar como la suma de las técnicas que poseen los miembros de una sociedad. La aplicación de la tecnología da como resultado artefactos, tales como instrumentos, recipientes, alimentos, vestidos, albergues, etcétera.
La cultura del hombre primitivo, poco a poco se fue transformando, como cuando pudo comunicarse con sus semejantes a través de la expresión, o al producir utensilios o armas punzo cortantes, así como vasijas, y un arte rudimentario.
Notemos que la habilidad para comunicarse a través del lenguaje permitió al hombre poder transmitir a sus semejantes y sobre todo .a sus descendientes, sus experiencias, y de esta forma, las nuevas generaciones fueron aprendiendo más y en su momento enriquecieron el conocimiento general, el que muchos miles de años más tarde, recibió otro impulso fuerte al iniciarse la escritura y todavía hubieron de pasar otros miles de años más para que la imprenta permitiera una difusión más amplia de las ideas.
Nada hay que delate tanto el grupo social al que pertenece un individuo, como su manera de hablar. La entonación y el vocabulario señalan de forma sintomática su origen, cultura, educación y, en muchos casos, hasta su profesión. Así, se encuentran ciertos lenguajes particulares dentro de la lengua común. Un grupo de individuos relacionados por un oficio o por un mismo interés habla, a veces inconscientemente, con una forma especial de lenguaje, con terminología propia, para tratar las cosas que sólo a ellos interesan. Los que integran dichos grupos no se preocupan de que los extraños no los entiendan; antes presumen de ello, estrechando así una íntima solidaridad y multiplicando sus peculiares expresiones.
Entre el dialecto -expresión lingüística de una unidad geográfica- y lo que llamaremos lengua de grupo -correspondiente a un círculo social- existe una diferencia fundamental. Un hombre puede vivir toda su vida con sólo un dialecto. Es ésta una forma particular de la expresión universal, ya que con ella puede manifestarlo todo, y las demás lenguas pasarle inadvertidas hasta su muerte. Es su lenguaje, y con él le basta; es algo tan propio como su ser y su personal forma de vivir.
No podemos decir lo mismo respecto de la lengua de grupo. Cuando una afición o una profesión obligan a crear una lengua especial, vigente sólo para los que pertenecen a ella, únicamente unos pequeños matices de vocabulario y algunas construcciones, la separan de la expresión corriente.
Los que forman el grupo -marinos, médicos, futbolistas, etcétera-, crean este lenguaje para los asuntos que los asocian, y el resto de las manifestaciones vitales no se incluye en él. De esta forma, a diferencia del dialecto, es una lengua incompleta y no sirve para la vida de un modo total e inconsciente.
Más difícil sería precisar la distinción entre lengua de grupo y argot. Ambos divergen algo del habla natural y conviven con ella en la conciencia del hablante. Ambos se utilizan en la relación entre los miembros de un grupo; únicamente el secreto con que se esconde el valor de las palabras del argot subrayaría su clandestinidad.
Argot sería, por antonomasia, la lengua secreta de los que viven fuera de la ley. Argot se llama al lenguaje de los bajos fondos de París, mientras en Londres lo denominan slang, y gergo en Italia. Lengua de germanía es su equivalente español; caló no es exactamente lo mismo, pues lo hablan sólo los gitanos.
Un caso especial es el del lenguaje médico, que siendo lengua de grupo, se convierte en argot por voluntad expresa de los profesionales que, con su extraña jerga, vedan piadosamente la verdad al enfermo o a sus familiares, demasiado sensibles a una realidad desagradable.
Por su parte, los instrumentos y herramientas de trabajo fueron facilitando la convivencia social, y al mismo tiempo, determinaron una división de las labores ligada a la forma de producir.
En tanto analizamos los diversos modos de producción de las sociedades a través de su historia, podemos imaginarnos la evolución de la cultura desde las sociedades primitivas nómadas, dedicadas a la cacería y a la recolección de frutos y el cambio que vendría cuando se empezó a explotar la agricultura, lo que trajo como resultado el hombre sedentario, empezándose a formar así pequeños asentamientos humanos que paulatinamente se convirtieron en ciudades con una cada vez más compleja división del trabajo que producía a su vez, mayores intercambios culturales como el conocimiento de idiomas, de puntos geográficos, de formas de vida y organización; pasando por las épocas de la civilización Griega Clásica, del Imperio Romano, de la Edad Media, del Renacimiento, de la Revolución Industrial, y los cambios de organización democrática derivados de la Revolución Francesa, hasta llegar a la cultura de la civilización industrial moderna. En este largo esfuerzo, muchos hechos y muchos hombres han dejado una huella imborrable.
sábado, 19 de agosto de 2017


jueves, 17 de agosto de 2017

SANTO DOMINGO. El equipo investigador de la muerte de los cuatro haitianos en la cárcel de La Victoria salió del lugar y no ofrecieron declaraciones a los medios de comunicación.
La fiscal de la Provincia Santo Domingo Este, Olga Diná Llaverías, el director de la Dirección General de Prisiones, Thomás Holguín La Paz, así como los demás miembros de la dirección de homicidios de la fiscalía y la Policía Nacional, salieron en sus respectivos vehículo y no permitieron a reporteros cuestionar sobre el hecho.
miércoles, 16 de agosto de 2017

Tras colar un "chin" de café en su fogón de tres piedras, Elupina Soler Vicente se ha sentado en una silla de guano raído frente a su casa, mirando, cuesta abajo, el lodo del camino con expresión resignada a vivir con hambre.

Tiene 85 años, la piel negra, arrugas marcadas y un promedio diario de 40 pesos dominicanos -menos de un dólar- para mantenerse ella y los dos nietos que ha criado. 

Al entrar a su casa -dos pequeños cuartos de madera y hojalata en Juan Santiago, el municipio más pobre del país, ubicado al oeste de la República Dominicana, en la provincia Elías Piña-, Elupina no se quita los calipsos enlodados que lleva puestos porque su piso no se ensucia. Su piso es amarillo y polvoriento. Su piso es de tierra. 

En la única habitación de la casucha está la cama, el "camastro viejo", que Elupina comparte cada noche con Claudio Montero Ramírez -de 18 años- y Miguel -de 16-, los hijos de su hijo Caonabo. Hoy Claudio se ha levantado temprano y se ha ido al monte en ayunas a buscar leña. A las 10:12 de la mañana baja una pendiente con dos palos sobre su hombro izquierdo y un tercero en la mano derecha, con la esperanza de que la abuela pueda preparar guineos hervidos al mediodía para no dejarse morir de hambre.

 -Guineo, algo así, porque no nos vamo' a dejar morí-. 249 kilómetros de olvido separan la capital dominicana, Santo Domingo, con sus torres, metro, elevados y avenidas, de Juan Santiago. Unas cuatro horas de viaje -pasando por San Cristóbal, Baní, Azua y San Juan de la Maguana- para llegar al municipio más desamparado del país. 

Allí, el 92.5% de los hogares son pobres y el 61% vive en la pobreza extrema. 4,356 almas en 1,016 hogares, registra el último Atlas de la Pobreza. Al pasar El Cercado, municipio de San Juan, quedan atrás junto al asfalto estropeado de por sí, las oficinas de instituciones bancarias, el hospital, la Oficialía Civil. 

A 10 kilómetros Juan Santiago te asalta con sus calles de piedra y lodo entre montañas con niebla y pocos árboles, su cuartel policial de madera desvencijada, su hospital a medio hacer usado como pocilga, su liceo en local prestado y sin puertas en los baños, su acueducto sin planta de tratamiento, el árbol bajo el que se congregan los feligreses católicos a falta de templo y sus parcelas de habichuela, café y maíz.

 Pero sobre todo, con la pobreza. ≈≈≈ Claudio es delgado, lleva pantalones caqui enlodados por el trabajo del campo durante las lluvias, y, en tonos rojizos, la gorra de pico recto, la camiseta y el cárdigan.

 En dos parcelas prestadas, de una hectárea cada una, el joven ha sembrado un quintal de habichuelas, confiando la cosecha a Dios y con la ilusión de combinar su labor de agricultor con sus estudios. 

 En la habitación donde duerme hay una silla plástica con libros de octavo grado y de primero del bachillerato.

 Los de primero son de Miguelito y los de octavo, suyos. La vida ha sido dura para Claudio. Siempre ha vivido con su abuela Elupina, que enviudó hace poco más de dos años. "Mi papá hace mucho tiempo salió de la casa y se hizo un mundo aparte por ahí por la loma del Manier y entonces nosotros hemos 'tao pasando toda la clase de trabajo", relata. Al otro hijo de Elupina le dicen "Kim" y vive en Santo Domingo. -Ese está trabajando en la capital, bucándosela-, explica su madre. 

El sobrino recuerda que los visita una vez por año y que trabaja como vigilante. O algo así. Cada mes, Elupina recibe 1,225 pesos dominicanos -aproximadamente 28 dólares- en su tarjeta Solidaridad, un subsidio del gobierno dominicano entregado a unas 800 mil familias en el país, con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

 Sí, de esa tarjetica yo como-, asegura la anciana. Sin embargo, lo que puede comprar con ese dinero no le alcanza para llegar a fin de mes. -No me he desayunado con nada todavía, ¡que no tengo! (...) -confiesa la anciana- Yo cocino mi chin de arróꞋ; cuando no jallo metura* me lo como blanco, cocinao con sal y aceite. (...) ¿La cena? y ¿qué voy a preparar?, ¡no tengo náꞋ!-. 

 El fogón de la anciana está en el único cuarto que hay fuera de la casa -su letrina es el monte; no tiene estufa, televisor, nevera ni lavadora- y la brasa donde hizo café aún humea. -Un chin de café que colé, hata medio amaigo-**. Sólo eso había llegado al estómago de Elupina a las 9:50 de la mañana. 

 Elupina siente que no está peor por unos vecinos, inmigrantes haitianos, que comparten algunos alimentos con ella. "Yo, si no fuera por ese vecino, tuviera máꞋ mal. MáꞋ mal porque si le jierven un té a él, yo bebo, porque a mí me dan. De todo lo que le hacen a ese enfermo, yo gozo también". Claudio sueña con ser ingeniero civil. 

 Las mujeres aquí tienen nombres de personajes de novela. Orfelina Canario Montero viajaba a Santo Domingo a comprar trastes de cocina para revenderlos en El Cercado -los martes y los viernes- y en Hondo Valle -los domingos-, cuando sus cuatro hijos eran niños. Por aquellos tiempos, su marido y ella se habían separado y el hombre la ayudaba poco, recuerda Orfelina a sus 54 años. 

Así que cuando los dos varones salían de la escuela los días de mercado, se iban a El Cercado a ayudarle a su madre, cuando ya pasaban de los siete años. Sentada en una mecedora en su casa, al lado del colmado que tiene desde hace unos nueve años, Orfelina muestra orgullo porque tres de sus hijos -que tienen entre 29 y 36 años- son profesores y el único que no es profesional se dedica al comercio. 

 En el municipio de Juan Santiago -constituido en el 2005 por las secciones Juan Santiago, Juan de la Cruz, Sabana de la Loma y Monte Mayor- hay 11 centros educativos. Antonio Batista Canario es el hijo de 29 años de Orfelina y director de la escuela primaria Juan Santiago, que acoge a 430 niños y niñas. 

En esa escuela y en cualquier otra del pueblo, en cualquier calle, muchos infantes aparentan menos edad de la que dicen tener: uno que se confiesa de 9, de 10, de 11 años, apenas tiene estatura de uno de 6 ó 7 años. 

 Antonio - quien aspira a la candidatura por la Alcaldía con miras a las elecciones de 2016, por el partido al que los habitantes del pueblo más pobre del país exhiben simpatía y confianza, el de la Liberación Dominicana (PLD) - asegura que en el próximo año escolar la escuela entrará en la tanda extendida, por lo que están en obras de ampliación. 

 El profesor cuenta que los estudiantes del bachillerato pasaron de tomar clases bajo los árboles o en los pasillos de la escuela Juan Santiago a recibir la docencia en un local prestado que hizo la fundación Food for the Poors para una clínica rural. En el presupuesto del 2013 había una partida de RD$18,018,720 para el liceo, pero Batista dice que aún no han dado ni el primer picazo. 

 El local que la fundación prestó al liceo Francisco del Rosario Sánchez está al lado de un monumento en honor a este patricio, pues allí, el 20 de junio de 1861, el independentista fue herido y hecho prisionero mientras combatía la anexión de la República Dominicana a España, anunciada por Pedro Santana tres meses y dos días antes -el 18 de marzo-.Sánchez fue fusilado en el cementerio de San Juan de la Maguana el 4 de julio de 1861. 

 En ese local prestado, 122 jóvenes reciben clases en seis aulas separadas con paredes falsas, escuchando lo que se habla en los otros cursos. Este día las clases no han empezado a tiempo: a las 8:27 sólo han llegado tres de los nueve profesores que imparten clases en el liceo porque, como no hay instituciones bancarias en Juan Santiago, los profesores deben recorrer los 10 kilómetros que separa la comunidad de El Cercado, donde hay una oficina del Banco de Reservas, para cobrar sus salarios. 

 Una de las profesoras del liceo, Fanel D' Oleo, dice que la asignatura de informática es sólo teórica porque no tienen los "materiales necesarios" para impartir la práctica. Tampoco tienen laboratorios para ciencias ni puertas en los baños, por lo que -según D' Oleo- las profesoras y las niñas van en grupos de dos al servicio para que una se quede vigilando en la puerta y evitar así intromisiones de los varones. 

 A las 6:45 de una mañana de mayo Luis Manuel D' Oleo -30 años, tres hijos, analfabeto- va rumbo a la loma con sus cuatro perros, donde tiene una parcela sembrada de habichuelas y café, sin desayunar y con el anhelo de que su mujer le guarde aunque sea "guineo vacío" para la comida. Tras unos seis meses de sequía, fatales para los cultivos, a finales de abril empezaron las lluvias, cuentan los lugareños. 

 Eso no Ꞌtá dando náꞋ. Lo café se secaron cuando Ꞌtuvo la seca (...) La habichuelita Ꞌtán media bonita pero que ahorita se le mete la seca y no dan náꞋ-, dice Luis Manuel. Vistiendo un pantalón estilo guardia con el ruedo sobre sus botas de goma enlodadas, camiseta roja, gorra morada con estrella y letras amarillas que dicen "Leonel.

El camino seguro. Síguelo" y con varios sacos al hombro, como un mulo de carga, recuerda que su padre sólo le enseñó a trabajar en la agricultura y nunca estudió. Ahora piensa que si supiera leer y escribir estuviera de otra forma, porque se encuentra "afanando toꞋ loꞋ díaꞋ y náꞋ, siempre mal". Aunque en Juan Santiago funcionan brigadas del programa de alfabetización "Quisqueya aprende contigo", D' Oleo no se ha animado. 

Para un hombre de 30 años, con una mujer y tres hijos de entre 3 y 11 años a su cargo y la incertidumbre de si podrá llevarse un bocado de algo que le quite el hambre cada día, debe ser difícil encontrar entusiasmo para aprender algo que hacen los niños de 3 y 5 años. -Cuando no dejo náꞋ en la casa de comer no voy a hallar náꞋ (...) si no tengo dinero paꞋ dejar-, confiesa este joven que, aún en sus carencias, ofrece a estos forasteros "par de libras de habichuela" cuando se dé su cosecha. 

 Cuando María Ida Montero Casanova era una niña, su padre se la llevaba a la loma para ayudarle en los trabajos agrícolas. Sólo llegó a tercero de la primaria, tiene 55 años, es madre soltera de siete hijos y tiene siembras de maíz, gandules, habichuelas y café.

Preside la asociación de mujeres agricultoras "La Esperanza de Juan Santiago" y es vicepresidenta de la junta de vecinos Manuel Gregorio Boció Vicente. -Hoy estamos más pobres por la falta de la carretera de Juan Santiago al Manier-, testifica. Y recuerda que el presidente Danilo Medina visitó el pueblo cuando era candidato o precandidato a la presidencia y les ofreció esa carretera y que, tras tomar posesión, sólo pasó vía aérea por el pueblo en dirección a Hondo Valle, otro municipio de Elías Piña, al oeste de Juan Santiago. 

 Dos afiches grandes de la pasada campaña presidencial -2012- cubren el espacio debajo de la meseta de María Ida: Hipólito Mejía está a la izquierda con la cabeza en posición horizontal y, sobre su costado, una estufa eléctrica, ollas, platos y una cacerola colgada de un clavo. 

A la derecha, sonriente, Danilo Medina con la frente en alto y una caja plástica con enseres de la cocina, un cubo de mantequilla reciclado, una lata reusada que fue de pasta de tomate, algunos recipientes y grecas de café sobre su cabeza. Más alto, una tabla incrustada en la pared de zinc guarda los condimentos para la comida y una hilera de clavos sirve para sostener tazas. 

 -Déjenlo tranquilo ahí, que él ahí Ꞌtá acotao, Ꞌtá mejor -así recuerda María Ida que les dice a los seguidores de Hipólito Mejía que ven su cocina- y ahora elloꞋ lo notaron también que hay un líder acotao y hay uno que Ꞌtá sentao.

 Pero encontrar personas que confiesen simpatía con la oposición en Juan Santiago es raro. María Ida se ha operado dos veces de la columna vertebral y trabaja la tierra porque además de mantener su hogar y un hijo que estudia medicina en Santo Domingo, sustenta a una hija que es madre soltera de cinco niños. 

 El fogón de leña está encendido el día entero para calentar el agua con que se bañan sus nietos, y mientras atiza la braza, afirma que "un arrocito cocinado de leña es bien bueno". 

 A las 2:30 de la tarde Luis Miguel, de 12 años y con una timidez extrema, hierve unos guineos en la casa de su abuelo Aníbal Encarnación. Nibo, como le llaman al señor de 68 años, acaba de llegar de buscar unas yaguas para cobijar la cocina, en ayunas "gracias al señor" porque en Juan Santiago todo se agradece o se pide a Dios. 

 Anibal tiene una tierra sembrada de habichuelas y se alquila hasta por 200 pesos para trabajarle la tierra a otros. Su mujer, Martina Montero, tiene cerca de un siglo viviendo y desde hace 5 años y seis meses languidece en una cama luego de sufrir una trombosis. La casa de Nibo es de madera, con detalles de hojalata. 

En el cuarto hay dos espacios para dormir: el colchón donde yace Martina debajo de un mosquitero, montado en blocks sobre el piso de tierra, y un trozo de colcha espuma sobre el que hay mantas y sábanas. 

En esa cama duermen Luis Miguel Montero Encarnación y Juan, un hermano suyo que dice tener tres años. Nibo y Martina tienen dos hijos, pero el hombre cuenta que la anciana tuvo otros seis en un matrimonio previo. Y él es quien la atiende. -Yo he bregado hasta con la mierda-, confiesa Nibo. Pero cuando él está fuera de casa, quien asiste a la enferma es Luis Miguel; por eso -dice el abuelo- no ha superado el primer año escolar.

 La madre de Luis Miguel y Juan se llama Keida Montero de la Cruz. Tiene apenas 34 años, un cuarto grado de la primaria y ocho hijos entre 1 y 18 años. Cuando Keida tenía 13 años, se puso "medio calientica", como ella dice, y se dejó seducir por un hombre. 

Mientras los guineos de Nibo hierven, Luminado Montero -que sí, que todos tienen nombre de personajes de novela- con poco más de 4 pies de estatura, está sentado en la enramada de la casa de Apacia Mesa Rodríguez, buscándole rimas a todas sus frases. - Yo aprendí con loꞋ chino de Bonao paꞋ to lo que vaya a decíꞋ que quede bien combinao (...) A mí me pasó lo mimo de Caamaño, porque él solamente me dio eta edá pero no me dio el tamaño y por eso eꞋ que yo siempre me amaño. 

 Luminado sólo tiene una hija que vive en Estados Unidos, pero el menudo hombre dice que no lo busca. -Vivo contento pero nunca me salgo de mi centro cuando yo vengo de afuera de la calle con mi mujer paꞋ mi aposento -declama el señor de 73 años, viudo- (...) Ya no la tengo porque ella se fue ya y me dejó. 

Se fue dique en un sueño profundo a tocá tambora pal otro mundo. Apacia -66 años, sanjuanera- vive en una de las 52 casas de concreto que hizo el otrora presidente Joaquín Balaguer, a inicios de la década de 1990, y trabaja limpiando el monumento a Francisco del Rosario Sánchez de siete a nueve de la mañana. Hace unos cuatro meses que enviudó y desde entonces una ahijada duerme con ella, porque el único hijo que tuvo la doña murió cuando era bebé. 

 Luego de hacer los oficios de la casa, Apacia Mesa Rodríguez, contenta, se sienta a ver televisión. Si hay luz, tiene disponibles 14 canales en el cable porque en Juan Santiago no llega la señal de antena; y si hay un apagón y el inversor del local desde donde sale el cable funciona, se ven seis canales en las casas que tienen alternativas de energía eléctrica.

 -A mí lo que me gusta es mirar novela para uno divertirse- dice Apacia y suelta una carcajada. En Juan Santiago hay un hotel de paso con ocho habitaciones de estilo sencillo; dos peluquerías; varios colmados y, al menos, seis bancas de apuestas de lotería en los pocos metros del centro del pueblo. 

 Las noches del pueblo huelen al humo de los fogones. A las 7:35 ya se ha puesto el sol y el cielo está nublado. 

En las cercanías del colmado de Orfelina Canario, cuatro jóvenes comparten debajo de un árbol. Son Daulin Rodríguez -5 hermanos, 15 años, segundo de bachillerato-, Silanny Montero -8 hermanos, 18 años, iniciará la universidad en San Juan-, Marbel Canario -5 hermanos, 21 años, primero del bachillerato, colaboradora del Centro Tecnológico Comunitario- y Anthony Morillo -5 hermanos, 15 años, primero del bachillerato-. Cuando tienen que hacer los deberes de las clases acuden al Centro Tecnológico Comunitario, sea a su sala de internet o a la biblioteca. 

Los jóvenes ven que su comunidad está atrasada, que no tiene un liceo, ni calles -"esto no sirve ni para caminar a caballo" dice Silanny-, ni hospital, ni destacamento en condiciones adecuadas. Siendo parte de familias numerosas en una comunidad deprimida, también desean tener muchos hijos, entre tres y cinco. Para los más marchosos, las noches de Juan Santiago ofrecen la distracción de dos billares y algunos colmados que cierran tarde, donde el ambiente se anima los fines de semana. 

Esta noche de miércoles lluvioso de mayo, sólo uno de los billares está abierto. Dentro, Baneldy Gutiérrez -18 años, nieto de María Ida Montero - y otras personas del pueblo empujan los tacos y golpean las bolas. Baneldy quiere ser arquitecto, pero también rapero "por un pueblo mejor". Por eso anhela emigrar a la capital. -En esta vaina soy sensacional, mi tío me Ꞌtá eperando allá en la capital paꞋ que meta mano polque yo soy vacano-. 

 A los 24 años, Kelvin Colón ha terminado la carrera de medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Al médico general le ofrecían una plaza para su pasantía en San Cristóbal , pero si se iba a Juan Santiago acumulaba más puntos para el concurso de la especialidad que desea. Desde marzo trabaja en el Centro de Atención Primaria del pueblo, que es el único del lugar y funciona en una casa alquilada. 

 Colón ofrece charlas a los jóvenes sobre la planificación familiar y la protección contra las enfermedades de transmisión sexual y regala preservativos a quienes lo requieran. Pero cuando el servicio solicitado es distinto a la sutura de una herida simple, vacunas o una consulta como médico general, los juansantiaguenses deben acudir a El Cercado, donde hay un centro de segundo nivel. Junto a Colón, la doctora Catalina Pérez Morillo es la médico asistente del centro y está embarazada. 

Las mujeres que están en su misma situación reciben asistencia prenatal en el pueblo hasta la semana 36, cuando las refieren a un centro donde haya médicos especialistas. 

Si el caso es de una adolescente -como han recibido unos cuatro en los últimos meses, de entre 14 y 17 años- las refieren desde el inicio a un ginecólogo para evaluar los riesgos. La sanidad de Juan Santiago es así de limitada porque su hospital es una ruina. 

Un mes del 2004 hicieron todo lo que se ha hecho en la construcción, ubicada en el paraje Sabana de Jengibre, dicen los vecinos. El proyecto era de un hospital grande y dentro de las que serían las habitaciones o los consultorios ahora se pasean una cerda y sus crías.

 En el centro del municipio hay una farmacia donde venden, básicamente, antibióticos, antigripales, analgésicos, ranitidina, antidiarreicos, vitaminas, pruebas de embarazo, cebo de flande, pomadas para los piojos y compresas. Esto es todo lo que en cuanto a medicina le toca al municipio más pobre del país. 

 Del canal de los agricultores, donde pasan y beben los animales, se conectan las tuberías -casi tapadas por el sedimento- que bajan a presión para abastecer a nueve comunidades del municipio de agua, sólo tratadas con cloro porque la planta de tratamiento la estaban construyendo con "materiales malos", por allá por el 1984, el agua se filtraba y nunca se terminó, narra Roberto Montero Casanova, el encargado Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado (INAPA) en la localidad.

 Roberto devenga un salario de unos tres mil pesos mensuales en INAPA, también es agricultor y, como todos los juansantiaguenses, solicita el acercamiento del presidente Danilo Medina para que los socorra ante la carencia de servicios que padecen. "Somos huérfanos de autoridad", se lamenta. 

Las denuncias más frecuentes en Juan Santiago son por daños noxales -causados por animales en propiedades ajenas a su dueño-, y las demandas de pensión alimenticia, en una Fiscalía -y un Juzgado de Paz- con competencia para conocer casos de simple policía, expresa Gerónimo de los Santos, secretario del fiscal de Juan Santiago. 

Las denuncias que no sean de su competencia deben referirlas a otros tribunales, como también deben hacer los juansantiaguenses para declarar a los niños -en Hondo Valle o en El Cercado-porque la Junta Electoral sólo está facultada para organizar las elecciones. 

 El cuartel policial de Juan Santiago es una casa de madera con pintura verde desconchada. En el espacio para recibir personas apenas hay una mesa, un puñado de hojas colgando de un clavo, una roseta sin bombillo porque hace tres días se quemó y un papel clavado en la pared con números de teléfono y un mensaje escrito con faltas de ortografía que pide puntualidad en el trabajo. La única silla ahora está en la acera. No hay teléfono local; sólo una flota de celulares. 

El calabozo es un cuarto vacío de tablas de palma que se vendría abajo con un golpe no demasiado fuerte. Al otro lado está la habitación para los policías de servicio. Al fondo del cuarto, junto a la puerta trasera, hay dos literas de hierro con colchones viejos y, al frente, dos blocks y una piedra manchados de hollín... porque ahí, en el dormitorio, los policías cocinan, a pocos centímetros de la madera. Y lo hacen en el fogón, porque hace dos semanas se acabó el gas, cuenta el raso Ramón Paniagua, de 20 años, quien apenas cumplió la mayoría de edad se enganchó a policía para huirle al desempleo. 

Por las calles pedregosas y enlodadas del pueblo rara vez transitan una motocicleta o un auto. A veces, la Alcaldía echa material en las calles para mejorar el paso, pero por las condiciones de la zona, cuando llueve la calle se vuelve más hostil y el material se va, asegura el alcalde Omar Gómez, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). 

 El alcalde justifica que parte de los gastos mensuales de un millón cuatrocientos mil pesos se vayan en cosas que no conciernen a una alcaldía: fumigaciones, cambiar tuberías del acueducto, llevar enfermos a hospitales cercanos porque no hay ambulancia ni hospital, becar a estudiantes universitarios, reparar viviendas, hacer letrinas, transportar y comprar ataúdes, hacer "rezos" y novenarios a los muertos y comprar alimentos para familias pobres. 

Gómez afirma que 100 mil pesos mensuales se destinan a comprar comida, aunque ninguna familia entrevistada habló de ayudas distintas a la tarjeta Solidaridad. ≈≈≈ El camino al camposanto está estrechado por la maleza.

Se pisa una yerba enlodada y resbalosa, tras días de lluvias constantes. Al adentrarse en el terreno se escucha el agua de un río cercano. 

El viento fresco sopla suave. A lo lejos se oye bramar a una vaca. Este es uno de los dos cementerios de Juan Santiago, ubicado en la comunidad de Sonador. 

Por el hueco de una tumba asoman algunas vértebras y costillas. En otra hay un cráneo corroído por los años a la intemperie, un trapo, trozos de madera y el concreto que sirvió de techo y se ha caído. 

Un nicho deja ver unos trapos sucios que alguna vez debieron ser el impoluto vestido de novia de una dama del pueblo. Al fondo del cementerio hay una higuera, rodeada de un montón de piedras. Una cruz de concreto, sin fecha ni nombre, está clavada en el pedregal. Por encima, otras dos cruces tiradas. 

Los vecinos del lugar lo identifican como El Barón del Cementerio y pareciera que el árbol ha crecido ahí después del entierro del primer muerto, alguien sin nombre y sin tiempo. Las tumbas que identifican a un difunto lo hacen con letras escritas a mano, que dicen Montero, Vicente, Morillo, Boció, Medina... Estos son los apellidos más repetidos en los nichos descuidados, húmedos, mohosos y sin flores. Y también entre los vivos del pueblo. 

 Esteban Montero Encarnación lleva pantalones largos, gorra, calipsos y una camisa a cuadros azules anudada por la que asoma un vientre plano, vacío como su estómago. Su hijo lo abandonó dejándole cuatro niños a él y a su mujer, que murió hace unos seis años. 

Hoy Esteban tiene 80 años, una inminente ceguera y una ayuda de 825 pesos mensuales en la tarjeta Solidaridad para vivir. O unos 27 pesos al día, porque no le salen los 400 pesos para envejecientes que elevan el monto de Elupina Soler Vicente a 1,225. 

Una vecina dice que sufrió una trombosis y por eso se le hace difícil hablar. Ahora más, que los ojos tristes y con pocas luces del otrora agricultor, se han aguado.

 En el cuarto de Esteban hay un delgado colchón sobre unas tablas, otro lecho enfrente, ropa colgada en clavos y una caja de cartón sobre el piso de tierra. Desde fuera, se ve su choza inclinada a la derecha y a Esteban parado junto a la puerta llamando a una vecina o diciéndole adiós a la eternidad. 

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