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domingo, 31 de enero de 2016

 Dicho y hecho; tal y cual como se lo dije.
Dentro del PLD solo hubo un suspenso para reducir el poco porcentaje que tiene Luis Abinader. Cuando el PLD Lucía dividido; Danilo Medina tenía casi un 60% del electorado: ¿Qué pasará con el 25% que tiene Luis Abinader?
Sin lugar a dudas: Luis Abinader acabará con un 15%.  Una vez más Leonel Fernández ha demostrado que es un líder al entender que cuando el mar está en su apogeo, hay que dejarlo; porque todos aquellos que se oponen a él, acabarán babeados en el vientre de los tiburones. 
Leonel ha vuelto a tomar la rienda perdida en los meses atrás. Leonel ha matado de un solo tiro a toda la esperanza de la oposición y de todos aquellos que tenían su esperanza en la división del PLD. 

Eso era lo que pensé que iba a pasar cuando surgieron las luchas entre los altos dirigentes del PRD. Pero, desgraciadamente ninguno supo manejarse ni supieron hacerse dueño de esta frase: "EN LA UNIÓN ESTÁ LA FUERZA".
Si quieres ser grande, debes aprender a respetar la grandeza de los demás. Debes saber que la grandeza es abstracta y solo se puede percibir en nuestras acciones con los que nos rodean. 
Si quieres ser grande; tienes que aprender que las escaleras no se suben de un golpe; por lo hay que darle la oportunidad a quienes les corresponden en el momento que sea conveniente. 
Al parecer, los que se agrupan en la oposición nunca han ido al cine a ver una película; por lo que no saben que es el "SUSPENSO". Esa falta de conocimiento le ha sorprendido a la oposición y lo aislado de la posibilidad de llegar al poder a más de «12 años».

Sin lugar a dudas, en el 2020; sea Reinaldo o Leonel: el PLD volverá a ganar las elecciones. Eso se debe a que Danilo Medina pone sus intereses por debajo y pone los intereses de la gente en primer orden. 
¿Cómo es posible creer que un partido recién creado; dividido, desorganizada, desordenado... pueda competir con toda una maquinaria? Ese fue el gran error de los que ayer fueron PPH y hoy se llaman PRM. Ellos no se acordaron que en la Unión está la fuerza; hoy se , Alejan cada vez más lejos de ser poder, porque el poder no se mendiga; sino que se conquista a base de esfuerzo sin perjuicio ni prejuicios. 
Nadie en su sano juicio va a buscar agua con una cubeta desfondada; pero, hoy estamos viendo a la oposición pescando en tierra seca, como si los peces andaran como las moscas detrás de los malos olores. 

Los sabios no son sabios por saberlo todo; sino porque saben actuar cuando el momento lo demanda. Ser inteligente es actuar en el momento adecuado aplicando las herramientas adecuadas.
Eso es lo que no supieron hacer los opositores del gobierno; pero eso es lo que han hecho Leonel Fernández y Danilo Medina: crear un suspenso para atraer la atención del público y así desarticular al enemigo. 
Luis Abinader tiene una oportunidad de ir a reflexionar para reorganizar sus estrategias para el 2020 que sin duda, será otra derrota.

sábado, 30 de enero de 2016
"El Exodo no existió", demostrado por el arqueólogo Israel Finkelstein
TEL AVIV.- Israel Finkelstein es un hombre de suerte: aunque sus trabajos de arqueología cuestionan el origen divino de los primeros libros del Antiguo Testamento, judíos y católicos acogen sus hipótesis con auténtico interés y, curiosamente, no lo estigmatizan.

Este enfant terrible de la ciencia revolucionó la nueva arqueología bíblica cuando afirmó que la saga histórica relatada en los cinco libros que conforman el Pentateuco de los cristianos y la Torá de los judíos no responde a ninguna revelación divina. Dijo que, por el contrario, esa gesta es un brillante producto de la imaginación humana y que muchos de sus episodios nunca existieron.

El Pentateuco "es una genial reconstrucción literaria y política de la génesis del pueblo judío, realizada 1500 años después de lo que siempre creímos", sostiene Finkelstein, de 57 años, director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv.
"Los primeros israelitas eran pastores nómadas de Canaán", dice Finkelstein.Foto:Archivo

Añade que esos textos bíblicos son una compilación iniciada durante la monarquía de Josías, rey de Judá, en el siglo VII a.C. En aquel momento, ese reino israelita del Sur comenzó a surgir como potencia regional, en una época en la cual Israel (reino israelita del Norte) había caído bajo control del imperio asirio.

El principal objetivo de esa obra era crear una nación unificada, que pudiera cimentarse en una nueva religión. El proyecto, que marcó el nacimiento de la idea monoteísta, era constituir un solo pueblo judío, guiado por un solo Dios, gobernado por un solo rey, con una sola capital, Jerusalén, y un solo templo, el de Salomón. En sus trabajos, que han marcado a generaciones de la nueva escuela de la arqueología bíblica, Finkelstein establece una coherencia entre los cinco libros del Pentateuco: el Génesis, el Exodo, el Levítico, los Números y el Deuteronomio. Los siglos nos han traído esos episodios que relatan la creación del hombre, la vida del patriarca Abraham y su familia -fundadores de la nación judía-, el éxodo de Egipto, la instalación en la tierra prometida y la época de los Reyes. Según Finkelstein, esos relatos fueron embellecidos para servir al proyecto del rey Josías de reconciliar a los dos reinos israelitas (Israel y Judá) e imponerse frente a los grandes imperios regionales: Asiria, Egipto y Mesopotamia. El arqueólogo recibió a LA NACION en la Universidad de Tel Aviv.

-Durante más de veinte siglos, los hombres creyeron que Dios había dictado las Escrituras a un cierto número de sabios, profetas y grandes sacerdotes israelitas.


-Así es. Para las autoridades religiosas, judías y cristianas, Moisés era el autor del Pentateuco. Según el Deuteronomio, el profeta lo escribió poco antes de su muerte, en el monte Nebo. Los libros de Josué, de los Jueces y de Samuel eran archivos sagrados, obtenidos y conservados por el profeta Samuel en el santuario de Silo, y los libros de los Reyes venían de la pluma del profeta Jeremías. Así también, David era el autor de los Salmos y Salomón, el de los Proverbios y el del Cantar de los Cantares.

-Y sin embargo

-Desde el siglo XVII, los expertos comenzaron a preguntarse quién había escrito la Biblia. Moisés fue la primera víctima de los avances de la investigación científica, que planteó cantidad de contradicciones. ¿Cómo es posible -preguntaron los especialistas- que haya sido el autor del Pentateuco cuando el Deuteronomio, el último de los cinco libros, describe el momento y las circunstancias de su propia muerte?

-Usted afirma que el Pentateuco fue escrito en una época mucho más reciente.

-La arqueología moderna nos permite asegurar que el núcleo histórico del Pentateuco y de la historia deuteronómica fue compuesto durante el siglo VII antes de Cristo. El Pentateuco fue una creación de la monarquía tardía del reino de Judá, destinada a propagar la ideología y las necesidades de ese reino. Creo que la historia deuteronómica fue compilada, durante el reino de Josías, a fin de servir de fundamento ideológico a ambiciones políticas y reformas religiosas particulares.

-Según la Biblia, primero fue el viaje del patriarca Abraham de la Mesopotamia a Canaán. El relato bíblico abunda en informaciones cronológicas precisas.

-Es verdad. La Biblia libra una cantidad de informaciones que deberían permitir saber cuándo vivieron los patriarcas. En ese relato, la historia de los comienzos de Israel se desarrolla en secuencias bien ordenadas: los Patriarcas, el Exodo, la travesía del desierto, la conquista de Canaán, el reino de los Jueces, el establecimiento de la monarquía. Haciendo cálculos, Abraham debería de haber partido hacia Canaán unos 2100 años antes de Cristo.

-¿Y no es así?

-No. En dos siglos de investigación científica, la búsqueda de los patriarcas nunca dio resultados positivos. La supuesta migración hacia el Oeste de tribus provenientes de la Mesopotamia, con destino a Canaán, se reveló ilusoria. La arqueología ha probado que en esa época no se produjo ningún movimiento masivo de población. El texto bíblico da indicios que permiten precisar el momento de la composición final del libro de los Patriarcas. Por ejemplo, la historia de los patriarcas está llena de camellos. Sin embargo, la arqueología revela que el dromedario sólo fue domesticado cuando se acababa el segundo milenio anterior a la era cristiana y que comenzó a ser utilizado como animal de carga en Medio Oriente mucho después del año 1000 a.C. La historia de José dice que la caravana de camellos transporta "goma tragacanto, bálsamo y láudano". Esa inscripción corresponde al comercio realizado por los mercaderes árabes bajo control del imperio asirio en los siglos VIII y VII a.C. Otro hecho anacrónico es la primera aparición de los filisteos en el relato, cuando Isaac encuentra a Abimelech, rey de los filisteos. Esos filisteos -grupo migratorio proveniente del mar Egeo o de Asia Menor- se establecieron en la llanura litoral de Canaán a partir de 1200 a.C. Esos y otros detalles prueban que esos textos fueron escritos entre los siglos VIII y VII a.C.

-El heroísmo de Moisés frente a la tiranía del faraón, las diez plagas de Egipto y el éxodo masivo de israelitas hacia Canaán son algunos de los episodios más dramáticos de la Biblia. ¿También eso es leyenda?

-Según la Biblia, los descendientes del patriarca Jacob permanecieron 430 años en Egipto antes de iniciar el éxodo hacia la Tierra Prometida, guiados por Moisés, a mediados del siglo XV a.C. Otra posibilidad es que ese viaje se haya producido dos siglos después. Los textos sagrados afirman que 600.000 hebreos cruzaron el Mar Rojo y que erraron durante 40 años por el desierto antes de llegar al monte Sinaí, donde Moisés selló la alianza de su pueblo con Dios. Sin embargo, los archivos egipcios, que consignaban todos los acontecimientos administrativos del reino faraónico, no conservaron ningún rastro de una presencia judía durante más de cuatro siglos en su territorio. Tampoco existían, en esas fechas, muchos sitios mencionados en el relato. Las ciudades de Pitom y Ramsés, que habrían sido construidas por los hebreos esclavos antes de partir, no existían en el siglo XV a.C. En cuanto al Exodo, desde el punto de vista científico no resiste el análisis.

-¿Por qué?

-Porque, desde el siglo XVI a.C., Egipto había construido en toda la región una serie de fuertes militares, perfectamente administrados y equipados. Nada, desde el litoral oriental del Nilo hasta el más alejado de los pueblos de Canaán, escapaba a su control. Casi dos millones de israelitas que hubieran huido por el desierto durante 40 años tendrían que haber llamado la atención de esas tropas. Sin embargo, ni una estela de la época hace referencia a esa gente. Tampoco existieron las grandes batallas mencionadas en los textos sagrados. La orgullosa Jericó, cuyos muros se desplomaron con el sonar de las trompetas de los hebreos, era entonces un pobre caserío. Tampoco existían otros sitios célebres, como Bersheba o Edom. No había ningún rey en Edom para enfrentar a los israelitas. Esos sitios existieron, pero mucho tiempo después del Exodo, mucho después de la emergencia del reino de Judá. Ni siquiera hay rastros dejados por esa gente en su peregrinación de 40 años. Hemos sido capaces de hallar rastros de minúsculos caseríos de 40 o 50 personas. A menos que esa multitud nunca se haya detenido a dormir, comer o descansar: no existe el menor indicio de su paso por el desierto.

-En resumen, los hebreos nunca conquistaron Palestina.

-Nunca. Porque ya estaban allí. Los primeros israelitas eran pastores nómadas de Canaán que se instalaron en las regiones montañosas en el siglo XII a.C. Allí, unas 250 comunidades muy reducidas vivieron de la agricultura, aisladas unas de otras, sin administración ni organización política. Todas las excavaciones en la región exhumaron vestigios de poblados con silos para cereales, pero también de corrales rudimentarios. Esto nos lleva a pensar que esos individuos habían sido nómadas que se convirtieron en agricultores. Pero ésa fue la tercera ola de instalación sedentaria registrada en la región desde el 3500 a.C. Esos pobladores pasaban alternativamente del sedentarismo al nomadismo pastoral con mucha facilidad.

-¿Por qué?

-Ese tipo de fluctuación era muy frecuente en Medio Oriente. Los pueblos autóctonos siempre supieron operar una rápida transición de la actividad agrícola a la pastoral en función de las condiciones políticas, económicas o climáticas. En este caso, en épocas de nomadismo, esos grupos intercambiaban la carne de sus manadas por cereales con las ricas ciudades cananeas del litoral. Pero cuando éstas eran víctimas de invasiones, crisis económicas o sequías, esos pastores se veían forzados a procurarse los granos necesarios para su subsistencia y se instalaban a cultivar en las colinas. Ese proceso es el opuesto al que relata la Biblia: la emergencia de Israel fue el resultado, no la causa, del derrumbe de la cultura cananea.

-Pero entonces, si esos primeros israelitas eran también originarios de Canaán, ¿cómo identificarlos?

-Los pueblos disponen de todo tipo de medios para afirmar su etnicidad: la lengua, la religión, la indumentaria, los ritos funerarios, los tabúes alimentarios. En este caso, la cultura material no propone ningún indicio revelador en cuanto a dialectos, ritos religiosos, formas de vestirse o de enterrar a los muertos. Hay un detalle muy interesante sobre sus costumbres alimentarias: nunca, en ningún poblado israelita, fueron exhumados huesos de cerdo. En esa época, los primeros israelitas eran el único pueblo de esa región que no comía cerdo.

-¿Cuál es la razón?

-No lo sabemos. Quizá los protoisraelitas dejaron de comer cerdo porque sus adversarios lo hacían en profusión y ellos querían ser diferentes. El monoteísmo, los relatos del Exodo y la alianza establecida por los hebreos con Dios hicieron su aparición mucho más tarde en la historia, 500 años después. Cuando los judíos actuales observan esa prohibición, no hacen más que perpetuar la práctica más antigua de la cultura de su pueblo verificada por la arqueología.

-En el siglo X a.C. las tribus de Israel formaron una monarquía unificada -el reino de Judá- bajo la égida del rey David. David y su hijo, Salomón, servirán de modelo a las monarquías de Occidente. ¿Tampoco ellos fueron lo que siempre se creyó?

-Tampoco en este caso la arqueología ha sido capaz de encontrar pruebas del imperio que nos legó la Biblia: ni en los archivos egipcios ni en el subsuelo palestino. David, sucesor del primer rey, Saúl, probablemente existió entre 1010 y 970 a.C. Una única estela encontrada en el santuario de Tel Dan, en el norte de Palestina, menciona "la casa de David". Pero nada prueba que se haya tratado del conquistador que evocan las Escrituras, capaz de derrotar a Goliat. Es improbable que David haya sido capaz de conquistas militares a más de un día de marcha de Judá. La Jerusalén de entonces, escogida por el soberano como su capital, era un pequeño poblado, rodeado de aldeas poco habitadas. ¿Dónde el más carismático de los reyes hubiera podido reclutar los soldados y reunir el armamento necesarios para conquistar y conservar un imperio que se extendía desde el Mar Rojo, al Sur, hasta Siria, al Norte? Salomón, constructor del Templo y del palacio de Samaria, probablemente tampoco haya sido el personaje glorioso que nos legó la Biblia.

-¿Y de dónde salieron sus fabulosos establos para 400.000 caballos, cuyos vestigios sí se han encontrado?

-Fueron criaderos instalados en el Sur por el reino de Israel varios decenios más tarde. A la muerte de Salomón, alrededor del 933 a.C., las tribus del norte de Palestina se separaron del reino unificado de Judá y constituyeron el reino de Israel. Un reino que, contrariamente a lo que afirma la Biblia, se desarrolló rápido, económica y políticamente. Los textos sagrados nos describen las tribus del Norte como bandas de fracasados y pusilánimes, inclinados al pecado y a la idolatría. Sin embargo, la arqueología nos da buenas razones para creer que, de las dos entidades existentes, la meridional (Judá) fue siempre más pobre, menos poblada, más rústica y menos influyente. Hasta el día en que alcanzó una prosperidad espectacular. Esto se produjo después de la caída del reino nórdico de Israel, ocupado por el poderoso imperio asirio, que no sólo deportó hacia Babilonia a los israelitas, sino que además instaló a su propia gente en esas fértiles tierras.

-¿Fue, entonces, durante el reino de Josías en Judá cuando surgió la idea de ese texto que se transformaría en fundamento de nuestra civilización occidental y origen del monoteísmo?

-Hacia fines del siglo VII a.C. hubo en Judá un fermento espiritual sin precedente y una intensa agitación política. Una coalición heteróclita de funcionarios de la corte sería responsable de la confección de una saga épica compuesta por una colección de relatos históricos, recuerdos, leyendas, cuentos populares, anécdotas, predicciones y poemas antiguos. Esa obra maestra de la literatura -mitad composición original, mitad adaptación de versiones anteriores- pasó por ajustes y mejoras antes de servir de fundamento espiritual a los descendientes del pueblo de Judá y a innumerables comunidades en todo el mundo.

-El núcleo del Pentateuco fue concebido, entonces, quince siglos después de lo que creíamos. ¿Sólo por razones políticas? ¿Con el fin de unificar los dos reinos israelitas?

-El objetivo fue religioso. Los dirigentes de Jerusalén lanzaron un anatema contra la más mínima expresión de veneración de deidades extranjeras, acusadas de ser el origen de los infortunios que padecía el pueblo judío. Pusieron en marcha una campaña de purificación religiosa, ordenando la destrucción de los santuarios locales. A partir de ese momento, el templo que dominaba Jerusalén debía ser reconocido como único sitio de culto legítimo por el conjunto del pueblo de Israel. El monoteísmo moderno nació de esa innovación.
miércoles, 27 de enero de 2016
El patricio Juan Pablo Duarte no nació en la casa que se encuentra ubicada en la calle Isabel La Católica 308, de la Ciudad Colonial, según documentos de protocolos notariales que reposan en el Archivo General de la Nación (AGN).
Así lo afirmó el ingeniero Antonio Guerra Sánchez, presidente del Patronato del Archivo General de la Nación, al ofrecer una conferencia dictada en el AGN  con el título de “Documentos Inéditos de la Familia Duarte-Díez”.
Durante la charla, Guerra Sánchez  mostró documentos  en los que se establece que la casa de la Isabel La Católica No. 308 fue adquirida por Juan José Duarte Rodríguez, padre del fundador de La Trinitaria, “el 26 de agosto de 1829”, cuando ya Juan Pablo contaba con 16 años de edad.
 Los documentos, explicó Guerra Sánchez, proceden de los Protocolos Notariales de diferentes notarios que ejercieron en Santo Domingo desde inicios del año 1800 hasta el 1847 y  reposan en el Archivo General de la Nación.
¿Dónde nació?  Cuando vivía en Mayagüez, Puerto Rico, José Duarte Rodríguez compró una casa ubicada frente al viejo correo, en el solar de lo que se conoce como  la Plaza de España.
 Era “una casa fabricada en madera de pino y cubierta de tablitas, fundada en terreno que pertenece al Estado y antes al Duque de Veragua, situada en la isleta No. 9, comprendida entre el 5to. Cuartel, calle que se nombra la Cuesta de San Diego haciendo esquina con el callejón que va del solar del Almirante con su frente al sur”, dice uno de los actos notariales.
En el año 1819  la familia Duarte todavía vivía en esa residencia, según un  Protocolo Notarial de José Troncoso que en una de sus partes reza: “en  fecha 18 de marzo de 1819 María de la Concepción Araújo viuda Lluberes compra a José Araújo (su tío José Araújo Valera) una casa baja techada de tablitas en la Plaza de
Las Verduras en suelo propio del Mayorazgo de Garay a quién se paga los 1ero. de enero la suma de 37 pesos, lindando en ambos lados con Juan Duarte (Juan José Duarte Rodríguez) y Manuel Carvajal (Manuel Carvajal Guerrero)”.
Posteriormente,  Sánchez Guerra presentó documentos que avalan que la última morada de los Duarte-Díez es la actual sede del Instituto Duartiano. Para ello presentó un documento de venta generado para cuando la familia Duarte se disponía emigrar hacia Venezuela ante el notario Benito Alejandro Pérez.
Dicho documento dice que en fecha 29 de noviembre de 1844 ante el notario público Benito Alejandro Pérez, aparecen Manuela Díez viuda Duarte, Rosa, Filomena, Francisco y Manuel Duarte para  vender,  por RD$800  “fuertes” al ciudadano Juan Jimenes una casa baja fabricada de vigas y ladrillos en la calle que va de la Plaza de Las Verduras a la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara.
“Dicha casa pertenecía a los comparecientes por herencia de su legítimo esposo y padre Juan Duarte, y éste por compra que hiciera a Juan Santín, según escritura ante los notarios Troncoso y Solano el 26 de agosto de 1829”, dice el documento.
Sánchez Guerra afirmó, además, que doña Manuela no pudo enseñar a leer a Juan Pablo porque en un acto notarial se consigna que Doña Manuela Díez “no firma, por desconocer el arte de la escritura”.
ZOOM

Fue la última

La casa de la Isabel La Católica No. 308, donde actualmente se encuentran las oficinas del Instituto Duartiano y donde además funciona el museo de la familia Duarte, fue la última morada de los Duarte-Díez.

Desmiente a Balaguer
Joaquín Balaguer, en “El Cristo de la Libertad”,  señaló que Juan Pablo fue alfabetizado por su madre, antes de asistir a la escuela particular de la señora Montilla. Guerra  dice que era analfabeta.
Fuente: Periódico Hoy del 24 de Enero 2013
Con motivo de la celebración del Bicentenario del nacimiento del prócer de la patria dominicana Juan Pablo Duarte, les dejo con algunos datos interesantes y ocultos sobre la vida de Duarte:
  • Duarte pudo no haber nacido en Santo Domingo como se pensaba, nuevas investigaciones realizadas por el ingeniero Antonio Guerra Sánchez, afirman que la casa de la Isabel La Católica No. 308 fue adquirida por Juan José Duarte Rodríguez (padre de Duarte) “el 26 de agosto de 1829”, cuando ya Juan Pablo contaba con 16 años de edad.
  • Duarte y Los Trinitarios fueron excomulgados de la Iglesia católica por su postura intransigente de fundar una nación soberana, para lograrlo, la Iglesia Católica, manipuló la conciencia religiosa del pueblo amedrentando con la “excomunión mayor de cualquiera clase de persona” que desobedeciera “los mandatos y órdenes, tanto del General de División, y jefe supremo Santana, como los de la Junta Directiva”, así como de cualquiera “que se mezclase en trastornar las disposiciones de nuestro sabio gobierno.”
  • El Desempeño militar-naval del general Juan Pablo Duarte Diez, empieza a la edad de 21 años, en 1834, inicia como cabo (Fourrier) su entrenamiento militar como miembro de la Guardia Nacional. En el 1842 es ascendido a capitán; en el 1843, a coronel. El 14 de junio de ese año, el general Charles Herard Ainé, al tener la certeza de la obra conspirativa de Duarte, cancela su nombramiento.
  • Al referirse a los poderes del Estado, Duarte considero que debía ser cuatro, incluir el Poder Municipal, tras haber sido influenciado por la política de Cataluña.
  • Duarte, aunque fue proclamado presidente de la República en zonas como Puerto Plata, Santiago y Moca, no aceptó dicho cargo:
La tranquilidad, el día de hoy, reina entre nosotros, una pequeña facción desde el mes de junio (no a favor de los haitianos) creada por la ambición, turbó el sosiego público y dio lugar a que en Santiago y Puerto Plata se nombrase, ilegalmente y contra los principios Presidente de la Republica a Juan Pablo Duarte”, Congreso Constituyente de San Cristóbal, 1844 (documentos varios) y Tribunado (actas de las sesiones) 1845-1853, Congreso Nacional, 1944).
 Lic. Juan C. reyes (Historiador Venezolano)
La Prudencia como virtud …  el transcurrir de su vida en Caracas, El Amazonas y El Estado Apure, un impresionante trabajo investigativo que no debes dejar de leer!! .
En su corta estadía por primera vez en Caracas Juan Pablo Duarte se encarga, junto a sus familiares venezolanos, de la composición de los títulos de los bienes inmuebles que poseía la familia. Aparentemente y luego de su apresurada partida de la isla, Duarte imagina que este viaje habría de ser definitivo; es probable que la saña y el odio con el que fue tratado por el gobierno dominicano le indicaran que su vida tenía que –definitivamente- tomar un nuevo rumbo. Debía, en principio tratar de salvar su vida y la de sus familiares perseguidos, razon quizas por la que todo el tiempo escondio la existencia de sus dos hijas, Carmen Sandalia (1841) y Sinforosa Duarte Diez (1843), fruto ambas de la relacion con su prima Vicenta Diez, además de poner las cosas de la economía familiar en orden. Por las señas que se desprenden de los documentos de propiedad de las casas de la familia Duarte Diez en Caracas puede notarse que la fortuna familiar estaba bien consolidada. Tan solo por el hecho de la ubicación geográfica en la ciudad puede inferirse la valía de los inmuebles, pues todos estaban en la zona central de la ciudad, al lado de las casas de las familias más prominentes del país. Cabe anotar que, para el momento, el casco central de Caracas estaba habitado por los ciudadanos más prominentes del país; como ejemplo podemos mencionar que la casa en la que vivió el General Duarte hasta sus últimos días, quedaba a unas cinco cuadras de la casa de la familia Bolívar, donde nació El Libertador.En estos primeros años de la llegada de Duarte a Venezuela, este país está sumamente convulsionado y se debate entre diversos intereses políticos: por un lado estaban los militares veteranos de la Guerra de Independencia que ejercían fuertes presiones por encargarse del poder tras la creencia de que por el solo hecho de su participación en la guerra les hacía meritorios para ello, tales como José Antonio Páez (primer Presidente de la República), Carlos Soublette y los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas, también Presidentes sucesivos.Por otro lado, el Partido Liberal, recién formado y que iniciaba una fuerte lucha para encargarse del poder, eran los comerciantes e intelectuales del ámbito civil que impulsaban las ideas del desarrollo del país según las recién estrenadas ideas liberales –sobre todo en lo económico-, mediante las cuales se presentaban como el sector más idóneo para regir los destinos de la nación; destacaban entre ellos los intelectuales Antonio Leocadio Guzmán y Tomás Lander, fundadores del partido y polémicos propagandistas de las ideas liberales.Por último, pugnaban también por hacerse del poder los hacendados, responsables de la producción agrícola y pecuaria como base de la economía del momento, quienes pasaron a denominarse Conservadores y también presionaban por encargarse del poder con base en la autoridad que generaba su poderío económico.Es necesario acotar que las denominaciones de Conservador o Liberal no tenían en la Venezuela del momento ninguna diferencia radical de pensamiento pues, en ocasiones, los denominados Conservadores adoptaron medidas tan liberales, que hasta los dirigentes Liberales tendían a criticarlas y enfrentarlas públicamente, tal como el caso de las leyes del 10 de abril de 1834 y la ley de “Espera y Quita” –dictadas por gobiernos denominados Conservadores-, que dejaron las transacciones comerciales en manos de las partes sin intervención efectiva del Estado, por lo cual fueron a la ruina una considerable cantidad de hacendados y comerciantes de cualquiera de los bandos.Este fuerte enfrentamiento político se expresaba en manifestaciones y protestas populares en las calles de las principales ciudades y en los campos. En las ciudades, la constante eran los arrestos, persecuciones y confiscaciones de bienes y, en el campo, alzamientos, montoneras y guerrillas, lo que hacía que se caldearan los ánimos y se mantuviera el país en una permanente zozobra, al punto de que podría afirmarse, sin temor a equivocarnos, que Venezuela a lo largo de todo el siglo XIX vivió una sola guerra civil, con algunos, muy pocos, momentos de calma.Ante tal inestabilidad política y en su condición de extranjero y exiliado, para más señas, por el gobierno dominicano que en algunos momentos fungía como aliado de Venezuela, Juan Pablo Duarte decide no comprometerse –mucho menos a su familia- e internarse en lo más recóndito del país. Dirige su rumbo hacia la población de San Carlos de Río Negro (hoy Municipio del estado Amazonas) con intención clara de pasar inadvertido.Esta región, habitada en su mayoría por tribus indígenas como los makiritares y los piaroas, y por comerciantes que se dedicaban al comercio fluvial es la que se encuentra Juan Pablo Duarte; y de allí que sea la razón principal por la que muchos de sus biógrafos pensaran en su condición de apóstol y de misionero. Se hace realmente difícil pensar que un hombre de letras –en su condición de políglota por sus estudios en Europa- pero más difícil aún, en su condición de conspirador político y de guerrero militar en su país natal, el General Duarte se haya dedicado en esas selvas al arte de la contemplación.Incluso, la mayoría de los escritores que han tratado este episodio de la vida del prócer han considerado que su periplo por las selvas vírgenes y en convivencia con los indígenas de la región fue de aproximadamente doce años; sin embargo, investigaciones más recientes han podido demostrar que ya para 1856 Duarte se había trasladado a la región del Apure –los llanos centrales de Venezuela- y se había asentado en la ciudad de Achaguas que era la capital del estado para la época y el centro de una región de mucho movimiento económico –por ser una zona ganadera por excelencia-, y adonde se habían trasladado muchos de los intelectuales, políticos y militares inconformes con la manera como se administraba el país desde el gobierno central.Aparentemente, en su estadía por las vírgenes tierras del Amazonas trabó gran amistad con un cura misionero de origen italiano y de nombre Juan Bautista Sangénis; esta amistad es significativa para su vida pues, sin caer en elucubraciones innecesarias, se sabe que la mayoría de los evangelizadores que enviaba la Iglesia a los predios más intrincados del país poseían una fuerte formación intelectual, la que podía usarse para la predicación y formación del ejército de Dios tras el envío de sus mejores soldados; al menos había sido siempre así en Venezuela.Respecto a su vida y condiciones de manutención, sí es probable que haya sido muy austera y que debe haber desarrollado actividades básicas de supervivencia aunque, esa amistad con el presbítero, debe haberle aliviado un poco sus desdichas por contar con la colaboración desinteresada del cura, pues era tan estrecha su relación de amistad con este, que se traslada en su compañía y a los pocos años a la región del Apure.Creía Juan Pablo Duarte que unos pocos años de desaparición de la escena pública, probablemente lograrían que sus enemigos políticos le hubieran olvidado o, al menos, ya no lo consideraran de cuidado.Su llegada a Achaguas ya es representativa de las inquietudes políticas e intelectuales impetuosas del prócer. Achaguas es una ciudad del los llanos venezolanos muy famosa por la cantidad de combates que se dieron en sus alrededores y, sobre todo por ser el epicentro donde el General José Antonio Páez organizó todo su ejército de llaneros, lo que logró que la Guerra de Independencia venezolana pudiera, al fin, dar un vuelco a favor de los patriotas quienes habían sido, derrota tras derrota, puestos en desbandada.El asfixiante calor de Achaguas y de todo el llano venezolano no debió amilanar al General Duarte, por estar acostumbrado a las altas temperaturas que, sabemos, existen en su país natal. Al contrario, es en estas regiones adonde se habían establecido –y Duarte quería conocerlos- buena cantidad de dirigentes veteranos de la guerra e intelectuales inconformes con la situación política del país, por ser oriundos de allí o porque históricamente la ciudad había sido ideal para el desarrollo de conspiraciones y de ejércitos para enfilarse hacia Caracas. Es decir, volvía Duarte a sus andadas, a acercarse a los círculos de discusión y de acción política.En Achaguas se le consigue como participante de una sociedad política e intelectual denominada “Joven Achaguas”. Esta corporación se dedicaba a la difusión de ideas liberales de todo tipo, sean de fomento económico, sociales, políticas y algunas liturgias intelectuales que daban demostración del hervidero de ideas liberales que experimentaba la ciudad.La sociedad “Joven Achaguas” estaba liderada por el señor Marcelino Muñoz quien era hijo de José Cornelio Muñoz, veterano General de la Guerra de Independencia; Juan Pablo Duarte dejó algunos rastros de su prosa en la publicación ordinaria de esta sociedad y, es en particular acerca de su estrecha amistad con este Marcelino Muñoz que escribe un sentido poema al momento de su muerte. Como se ve, ya estaba Duarte firmemente apegado a las ideas liberales, había trabado amistad con algunos dirigentes venezolanos y, como integrante directo de esa causa, había ingresado a las filas del movimiento que iniciaba también, como en su país natal, las nuevas y modernas ideas que pretendían cambios en todas las sociedades del mundo para la época.No obstante, un nuevo hecho de armas lograría que Juan Pablo Duarte retornara a su actitud esquiva y prudente ante la sociedad venezolana pues, todos aquellos enfrentamientos de ideas políticas fueron generando a su vez los movimientos políticos y militares que en Venezuela, a finales de la década de los cincuenta del siglo XIX, habrían de desatar la guerra más sanguinaria y horrorosa que haya conocido nuestro país. Los vaivenes de la política llevaron a un nuevo enfrentamiento, algunos sectores sociales apoyaban un gobierno que fuera en esencia Centralista –impulsado desde los poderosos de Caracas, por supuesto- y otros sectores pugnaban por la Federación – que comandaban los también poderosos de la provincia. Nuevamente las ideas políticas se confunden y tanto Liberales como Conservadores pasaron alternativamente de un bando a otro lo que desencadenó la feroz guerra.Por su carácter de guerra civil, fue un enfrentamiento entre hermanos y, como toda guerra de este tipo, contribuyó en buena parte a la desolación del país y a la pérdida de muchos hombres, sin que, al final, haya quedado ningún beneficio para ninguna de las partes y sí el dolor y la desesperación de muchos de los venezolanos: fue La Guerra Federal (1859-1863). El General Duarte debió pensar nuevamente en esquivar el conflicto para, de nuevo, proteger su vida en su condición de extranjero y, más aún, la de sus familiares que por ser venezolanos podían correr los riegos ordinarios de toda guerra.En este periplo de Duarte por el estado Apure se sabe entonces que se dedicaba ya no sólo a la vida rutinaria y elemental de subsistencia, sino que ya se había vinculado a los sectores que poseían ideas similares a las suyas; sólo que la violencia del momento, que se vivía en Venezuela y tan parecida a la situación política en su país natal le hacían ser sumamente cauteloso

Regreso contra la Anexión

Cuando Santana, en connivencia con el gobernador español de la isla de Cuba, declara disuelta a la República Dominicana y proclama la Anexión de la República Dominicana a España en 1861, Duarte reaparece en Caracas para organizar junto a su hermano Vicente Celestino Duarte una pequeña expedición que desembarca en Montecristi (1864) para ponerse a las órdenes del gobierno restaurador en armas de Santiago de los Caballeros. Este gobierno decidió nombrarlo su representante en el exterior con la misión de obtener apoyo de Venezuela y las demás naciones americanas en la lucha militar contra España. Duarte sale de nuevo a Venezuela en 1864, dedicándose a su misión hasta que lo relevan de la misma. Lograda la Restauración de la República (1865), Duarte se quedó con su familia en la ciudad de Caracas  hasta su fallecimiento el 15 de julio de 1876.Sus restos fueron trasladados a suelo dominicano en 1884, por el gobierno de Ulises Heureaux (Lilís), que lo había declarado Padre de la Patria junto a Sánchez y a Mella. 

 Lic. Juan C. reyes (Historiador Venezolano)

https://lavendatransparente.wordpress.com/2007/09/24/juan-pablo-duartesus-anos-perdidos-en-venezuela/
La verdad es que poco se sabe del exilio del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, también no hay ninguna referencia en los libros dominicanos, ni se le ha dado la debida importancia en los planes de educación y los esfuerzos que actualmente realiza el Instituto Duartiano, con el apoyo de la Secretaría de Estado de Educación para que en todas las escuelas del país se imparta dicha enseñanza.
Las causas  principales de su partida fue por la saña y el odio con el que fue tratado por el gobierno dominicano,  también fue objeto de persecución por parte del ejército haitiano, que allanó varias viviendas de Santo Domingo a fin de capturarlo, Duarte con 28 años y otros trinitarios se embarcan rumbo a Venezuela, adonde llegaron el 23 de agosto luego de tocar Vieques y Saint Thomas.
Debía, en principio tratar de salvar su vida y la de sus familiares perseguidos, razón quizás por la que todo el tiempo escondió la existencia de sus dos hijas, Carmen Sandalia (1841) y Sinforosa Duarte Diez (1843), fruto ambas de la relación con su prima Vicenta Diez.
¿Por qué eligió la familia Duarte a Venezuela y no a Puerto Rico, Cuba o Curazao, que eran lugares más cercanos? Se cree que Duarte permaneció por un período de treinta y un años y que gracias a la familia Diez y a sus tíos, los hermanos Diez, tenían buena posición económica en Venezuela, tuvieron amparo y pudieron sobrevivir, también  tenía una posición económica y social airosa y amigos políticos muy encumbrados. Para el momento, el casco central de Caracas estaba habitado por los ciudadanos más prominentes del país, como ejemplo podemos mencionar que la casa en la que vivió el General Duarte hasta sus últimos días, quedaba a unas cinco cuadras de la casa de la familia Bolívar, donde nació El Libertador Simón Bolívar.
En estos primeros años de la llegada de Duarte a Venezuela, este país está sumamente convulsionado y se debate entre diversos intereses políticos: por un lado estaban los militares veteranos de la Guerra de Independencia que ejercían fuertes presiones por encargarse del poder tras la creencia de que por el solo hecho de su participación en la guerra les hacía meritorios para ello, tales como José Antonio Páez(primer Presidente de la República), Carlos Soublette y los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas, también Presidentes sucesivos.Por otro lado, el Partido Liberal, recién formado y que iniciaba una fuerte lucha para encargarse del poder, eran los comerciantes e intelectuales del ámbito civil que impulsaban las ideas del desarrollo del país según las recién estrenadas ideas liberales –sobre todo en lo económico-, mediante las cuales se presentaban como el sector más idóneo para regir los destinos de la nación
En las ciudades, la constante eran los arrestos, persecuciones y confiscaciones de bienes y, en el campo, alzamientos, montoneras y guerrillas, lo que hacía que se caldearan los ánimos y se mantuviera el país en una permanente zozobra, al punto de que podría afirmarse, sin temor a equivocarnos, que Venezuela a lo largo de todo el siglo XIX vivió una sola guerra civil, con algunos, muy pocos, momentos de calma.Ante tal inestabilidad política y en su condición de extranjero y exiliado, para más señas, por el gobierno dominicano que en algunos momentos fungía como aliado de Venezuela, Juan Pablo Duarte decide no comprometerse –mucho menos a su familia- e internarse en lo más recóndito del país.
Dirige su rumbo hacia la población de San Carlos de Río Negro (hoy Municipio del estado Amazonas) con intención clara de pasar inadvertido.Esta región, habitada en su mayoría por tribus indígenas como losmakiritares y los piaroas, y por comerciantes que se dedicaban al comercio fluvial es la que se encuentra Juan Pablo Duarte, y de allí que sea la razón principal por la que muchos de sus biógrafos pensaran en su condición de apóstol y de misionero. Se hace realmente difícil pensar que un hombre de letras –en su condición de políglota por sus estudios en Europa- pero más difícil aún, en su condición de conspirador político y de guerrero militar en su país natal, el General Duarte se haya dedicado en esas selvas al arte de la contemplación.
Su estadía por las selvas vírgenes y en convivencia con los indígenas de la región fue de aproximadamente doce años, poco se sabe de los pasos que dio el fundador de la nación dominicana en la selva. Sus registros fueron destruidos, pero, también gracias a los datos aportados por su hermana, se tiene certeza de que se estableció para 1856 en la región del Apure donde se habían trasladado muchos de los intelectuales, políticos y militares inconformes con la manera como se administraba el país desde el gobierno central y trabó amistad con un clérigo con quien aprendió portugués e historia sagrada.
Memorias de su estadia por la selva
“Las relaciones de mis viajes, las costumbres de los pueblos que visité, corrieron la misma suerte que mis trabajos sobre la Historia de mi patria (…), fueron destruidos”.
No nos podemos olvidar el caso del primo hermano de Duarte, doctor Manuel Antonio Diez, político y prominente intelectual, quien fue Presidente Encargado de Venezuela y quien declara que admira a su primo Juan Pablo.

Familia de Juan Pablo Duarte

De los Duarte el único que formó familia fue Vicente Celestino.
Los demás murieron solteros.

Rosa Duarte fue la prometida de Tomás de Ia Concha y de ella se dice que prefirió acompañar a su madre en eI destierro antes que casarse con su prometido.
Francisca Duarte: acompañó a su hermana Rosa hasta que la muerte la separo de su lado (1889), y que al año siguiente la siguió a la tumba.
Filomena Duarte: no tenemos ninguna información.
Sandalia Duarte: la menor, diremos que falleció muy joven, probablemente a principios del I844; porque según Rosa participó en el consejo familar que se celebró en ese año.
El 19 de Marzo del 1845 Santana expulsó del país a la familia Duarte. Aludiendo a esto dice el fundador de La Trinitaria: "...Supe que se habían expulsado algunas familias, y que como Rivier el año anterior; en el presente mi familia que se componía (porque los rnayores de 25 años estaban desterrados a perpetuidad) de mi anciana madre, cuatro hermanas, la mayor apenas contaba con 16 años, y cuatro niños el mayor de trece..."
Refiere Rosa Duarte: que "cuando el Sr. Arzobispo Dr. Tomas de Portes, eI Pbro. Dr. Bonilla, Don Francisco Pou y otros preguntaban a la Junta Suprema la causa por qué se desterraba a una respetable anciana con sus niñas, amenazándolas en el pasaporte con que si no embarcaban el Gobierno se vería en el caso de emplear medidas coercitivas (?) Bobadilla les contestó: "Ellas fabricaron balas para la Independencia de la Patria, con más razón no escasearán medios ni recursos para la vuelta del hermano que lloran ausente".
¿Por qué eligió la familia Duarte a Venezuela y no a Puerto Rico, Cuba o Curazao, que eran lugares más cercanos?... Porque la madre de los Duarte tenia familiares en ese país que podrían ayudarlos en el destierro.
El 6 de Abril del 1845 Duarte se reunió con su desterrada familia. Veamos, a. continuación, como nos describe el encuentro con ella y el comentario que hizo al enterarse de los sucesos: "Abracé a mi querida madre y hermanos en la Güaira y legué a ese Dios de justicia el castigo a tanta iniquidad, a tanta maldad...".

Con la ayuda de su negocio el padre de Duarte adquirió una modesta fortuna que situó a su familia dentro de la pequeña burguesía de su época. Parece que entre los comerciantes de la ciudad de Santo Domingo gozaba de una buena reputación, de la que se hace eco Duarte en la carta que le dirigiera a su familia desde Curazao en el 1844, ya que en ella menciona el ilimitado crédito de su padre.
La situación económica de la familia Duarte en Venezuela parece haber sido bastante buena del 1845 al 1867 porque Rosa Duarte en el 1865 compró una casa en Caracas, que diez años después vendió, y el propio Duarte al hablar de las diligencias que realizara para venir a la Patria, en el 1864, dice: "...a mi vuelta a Caracas vendí una casita en mil cien pesos::." Y en una acta notarial del 1867 aparece Duarte comprando una casita en Caracas. Parece que a partir del 1875, cuando los quebrantos de Duarte se agravaron, la situación económica de su familia se hizo sumamente mala.

El Prócer pasó un año en lecho y con tal motivo sus hermanas tuvieron que hacer grandes sacrificios económicos y contraer deudas. Tres años después (1879) de la muerte de Duarte, le explicaban al Ayuntamiento de Santo Domingo, en carta que le escribieran, que "aun no habían podido pagar los gastos de su última enfermedad y entierro..."
En 1883, José Prudencio Diez, tío de las hermanas Duarte, se dirigió. al Congreso Nacional en solicitud de ayuda para ellas, alegando que se encontraban "solas en tierra extranjera, sin abrigo y sin pan, rodeadas de las sombras de la miseria con un hermano menor a quien el horrible golpe del 1844 que hirió gravemente a toda la familia hizo de él víctima especial privándole del uso de la razón".
En Agosto de 1884, (ocho años después de la muerte de Duarte), el Congreso Nacional dispuso que se les asignara a las hermanas Duarte, que ya eran unas ancianas, una pensión vitalicia de 45 pesos mensuales y se les diera la suma de dos mil pesos fuertes para que compraran una casa en Ia ciudad de Santo Domingo. Las ancianas Duarte agradecieron en eI alma el favor que se les hizo, pero no pudieron disfrutar del mismo porque al negarse Manuel, el hermano demente, a retornar a Santo Domingo, ellas como ya se dijo, prefirieron quedarse para no dejar desamparado en Venezuela a su hermano.
Cuando en el 1884 el Ayuntamiento de Santo Domingo envió una comisión a Caracas para traer a la Patria los restos del Patricio, esta comisión pagó las deudas de las las hermanas Duarte y en el recibo que le entregaron a la comisión se expresaron así: "Obligadas por las circunstancias e impulsadas por nuestro imprescindible deber, (aunque con pena) les manifestamos que éramos deudoras al Sr. Marcos A. Guzmán de la cantidad de seiscientos pesos sencillos que nos había suministrado para atender a los muchos gastos que por espacio de un año tuvimos que sufragar en la asistencia de la penosa enfermedad y mas después en el entierro de nuestro hermano el General Juan Pablo Duarte (Q.D.E.P.). En virtud de nuestra manifestación los honorables diputados del ilustre Ayuntamiento de nuestra patria en su nombre y representación de nuestros conciudadanos nos ofrecieron y entregaron dicha cantidad mas arriba expresada, la que nosotras altamente reconocidas aceptamos, y con la cual hemos pagado al Sr. Marcos A. Guzmán, la sagrada deuda contraída por nosotras en el penoso y luctuoso lapso que tuvo por término vernos arrebatar (cuando menos lo esperábamos) el único bien que nos quedaba en la tierra"
.
Con la muerte de Manuel Duarte en el 1890 se extinguió la familia del Apóstol habiéndose legado a la posteridad un vivo ejemplo de patriotismo, abnegación y templanza.
No quedaría completo este estudio de la familia Duarte si omitiéramos a sus tíos maternos Mariano y José Prudencio Diez, que ayudaron generosamente a sus sobrinos en diferentes formas.
Mariano Diez nació en Santa Cruz del Seibo el 24 de Septiembre de 1794. Se trasladó a Caracas muy joven y allí vivió varios años.

CONTROL

educación

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sábado, 23 de enero de 2016

Ojalá nunca se dé algo parecido en nuestro país.

La diplomacia haitiana y la capacidad intelectual de los líderes políticos de Haití vuelven a fallar.
Ninguno de los "líderes haitianos" supo poner a un lado sus intereses personales para darle paso a un pacto en beneficio de su país. Eso es muestra de incapacidad, inmadurez, retroceso, inculto, arcaísmo y primitivismo...
Cuando los intereses de una persona o un de grupo está por encima de los intereses de su nación; entonces, la destrucción de su país es inevitable.
Cuando las bravuconadas son los únicos medios para resolver los problemas; entonces, la paz se aleja como el humo que se eleva hacia la nube, y nadie más lo podrá volver a reponer ni en las llamas ni en las leñas que por desgracia fueron escogidas para la producción del humo escapado.
La inteligencia se demuestra: no en las muchas palabras; sino, en los hechos: ya que las palabras no tienen fuerzas para cambiar nada, sino que los hechos y los testimonios pueden alterar hasta el curso de una bala o de un misil.

 Quizás, muchos anhelan algo similar en nuestro país; pero, mi pregunta es:

¿Quiénes se aprovechan más del juego; el espectador o el deportista que juega en el terreno?

¿Quién le saca más beneficios a la casa: aquél que la construye o aquél que la destruye?

Mientras destruyes tu casa; el vecino sigue construyendo la suya. Luego de quedar con las manos vacías, dirás que el vecino te ha echado un embrujo infernal que ha arrasado con todos los tuyos. Pero, mentira; sino que uno usa la cabeza; mientras que el otro usa los pies. Uno utiliza la boca para hablar, pero el otro habla con el ano que a todo el mundo le da asco.
Los haitianos le demostraron a su presidente que el pueblo es que tiene el verdadero poder. Pero, es como si.no.hubiesen hecho absolutamente nada. Es como si se hubiesen empañetado la cara de heces fecales. Es una clara demostración de retraso mental del segundo país independizado en el continente americano, la primera República Negra del mundo (Haití).
Miren la ultima protesta realizada por la oposición ayer 22 de Enero en la capital haitiana Puerto Príncipe. 
Las protestas dieron su frutos y logran la cancelación de las elecciones por el Consejo Electoral. Pero, ¿Qué...?

Ojalá no volvamos nosotros a los años desde 1846 hasta 1916 cuando los Gringos invadieron al país a petición del Presidente de turno que lo había solicitado para poder rescatar al país de la crisis en que los políticos lo habían sumergido con las luchas grupales, las luchas caudillistas...
Ojalá que nunca no se dé algo parecido nuestro país.
Ojalá no vuelva un Pedro Santana, un Horacio Vásquez, Aun Juan Isidro Jiménez, un Buenaventura Báez, un Ramón Cáceres... un Ulises Hereaux, un Rafael Estrella Ureña, un Rafael Leonidas Trujillo Molina...

Ojalá los intereses de la nación se coloquen siempre por encima del super-ego, por encima del grupismo, por encima del culto a la personalidad...
Ojalá no venga jamás algún de mente a alterar nuestros pasos hacia el futuro.

Lic. Fermín Vargas

lunes, 11 de enero de 2016

Viendo el comportamiento de las personas en los alrededores; podemos decir que en realidad hay personas que andan en las calles con la memoria vacía .
No entiendo cómo se le ocurre a una persona pisar a otra y seguir su camino como si nada hubiese pasado.
En los autobuses, se le tiran encima a las personas sin pedir disculpas.
No sé si que se ha perdido el razonamiento o es que la educación se ha vuelto deseducación.
Que alguien me diga...

martes, 5 de enero de 2016

Lunes 21 de diciembre de 2015

Santo Domingo, D.N.

Señor

Bruno Rosario Candelier

Director Academia Dominicana de la Lengua

Atención: Directiva ADL

Su despacho

Muy estimado académico y amigo:

Aprovecho la oportunidad para saludarle y a la vez explicarle el motivo de mi comunicación.  Como muy bien usted sabe, la sociedad dominicana atraviesa por una profunda crisis de múltiple signo: cultural, moral, espiritual, económica, familiar e institucional. Ha sido convertida en un sociedad violenta y donde históricamente se ejerce y se ha ejercido la violencia en todos sus niveles.  Somos el producto de esta violencia en todos los marcos y grados de la vida social, aunque clamemos a Dios y recemos todos los días. Pero nuestra sociedad no nació así.  Ha sido su Estado y el Estado-Gobierno imperante los que la han convertido en violenta cada día debido a la inequidad, la injusticia, la inseguridad, la falta de derechos y oportunidades sociales y otros males que han logrado infectarla y ser lo que es hoy:  un escenario de agravios, agresividad, muerte, criminalidad, robo, abandono moral, pérdida de la confianza y, sobre todo, delincuencia, privación de derechos constitucionalmente establecidos o determinados y, como muy bien usted sabe, corrupción institucional, política y gubernamental.

Es por eso que, en el orden pragmático y argumentativo, cualquier propuesta de reconocimiento, ponderación, consideración, encubrimiento, premio a un sujeto, debe ser estudiada y sancionada institucionalmente, no sólo en su “estado” sincrónico, sino también histórico y temporal.

La propuesta de incluir a un sujeto para un premio o reconocimiento desde nuestra Academia no debe ser ponderada “a la ligera”, sino de una forma sobria, juiciosa, racional y sobre todo normativa desde el punto de vista ético y moral. Al presentarse una propuesta de “premio” al consejo de dirección o directiva, ella debe ser acompañada de un protocolo “valorativo” del sujeto particular, para que así dicha valoración funcione en su intencionalidad y conformidad ético-moral.

En fecha 10 de diciembre, según comunicación enviada a mi dirección electrónica, se sometió a nuestro consejo un premio a favor del señor Marino Vinicio Castillo, un conocido abogado, político y polemista dominicano, con la predeterminada intención de “premiar” a dicho abogado por el uso correcto y ejemplar del idioma español.  Claro está, dicha maniobra tuvo como artífice discreto y solapado al tesorero de nuestra Corporación, el señor Manuel Núñez Asencio, quien, siendo un conocido militante de la agrupación Fuerza Nacional Progresista (FNP), aspira a ser “diputado” por dicha organización político-partidista, y haciendo uso indebido de un estratégico tráfico de influencia, impuso por lo bajo esta propuesta oportunista y amoral, para autopromoverse políticamente, utilizando a la Academia Dominicana de la Lengua para este y otros propósitos de poder.  Lo que significa un manejo también “amoral” de nuestra institución, a los fines de “maniobrar” y utilizar la respetabilidad de nuestra Corporación desde una perspectiva “politiquera” y gananciosa a favor de su persona.

Estimado Bruno Rosario Candelier:

La Academia Dominicana de la Lengua no es una corporación política o politiquera.  Nuestra Corporación está conformada como una institución humanística, intelectual, profesional, educativa, cultural, crítica, formadora de sujetos públicos y privados, y en ella no deben tener lugar acciones dolosas, inmorales, amorales, politiqueras, sospechosas ni viciosas.

La República Dominicana y en particular nuestra Academia no debe reconocer, premiar o admitir a una persona porque utilice o “use” la lengua de manera correcta y ejemplar, pues el criterio de corrección y “ejemplaridad” no es suficiente para que nuestra Academia premie y reconozca a un sujeto solamente porque muestre un “uso” o fórmula comunicativa pública correcta para dirigirse a un sector u otro de la población.

Hablar “correctamente” no es una excepción, es más bien un deber ciudadano y cultural. Centenares de dominicanos y dominicanas, académicos y académicas ilustres  serían también merecedores de un “premio” o reconocimiento social por el buen uso y el desenvolvimiento lingüístico a nivel de “habla”.

Pero nuestra academia no es una empresa “premiadora” o “reconocedora” de tal competencia o valor. Ella es un cuerpo científico y humanístico que debe tomar en cuenta la producción “escrita” de un intelectual en el ámbito de su instrucción lingüística.

Aparte de que semejante ponderación a favor del señor Marino Vinicio Castillo adolece de respaldo real, científico y académico, es bueno y saludable para nuestra corporación evitar el empoderamiento y encumbramiento de políticos disociadores, intrigantes, contaminantes, solapados y amorales que quieren utilizar nuestra respetabilidad  académica para ganar nombradía o reconocimientos inmerecidos.

Pero, ¿por qué se premia a este político histriónico, megalómano, engreído y fabulador? El argumento es, según los firmantes, el siguiente:

“Por su condición de Maestro del derecho dominicano, su fecunda trayectoria en el ejercicio de la palabra con ejemplar exposición oral y escrita en enjundiosas disertaciones y edificadores artículos, su admirable oratoria y sus ilustradas charlas durante medio siglo en las que evidencia el uso correcto del idioma con riqueza de lenguaje y hondura conceptual, esta Academia honra con el Premio de La Academia A Marino Vinicio Castillo ( Santo Domingo, República Dominicana, 10 de diciembre de 2015”).  El Premio y el diploma expedidos llevan la firma del Director de la ADL, Sr. Bruno Rosario Candelier (Director), el señor José Enrique García (Secretario) y del tesorero-miembro y aspirante a diputado por la FNP, Manuel Núñez Asencio.

Semejante argumento, decisión y premiación carece de un respaldo científico, moral y académico, por cuanto el mismo no toma en cuenta la productividad textual de la persona en cuestión, esto es, un expediente debidamente documentado para que de manera específica y atinada se le premie por su contribución lingüística o literaria en su práctica de abogado, político o polemista. Los discursos y escritos de Adolfo Hitler, Trujillo, Pinochet y los grandes tiranos del mundo moderno y contemporáneo han sido escritos de manera impecable, correcta y ejemplar, y no por ello han sido premiados o deben ser premiados por sus respectivas academias de la lengua por sus llamados “valores lingüísticos”. Los propósitos encaminados a premiar personalidades  políticamente destacadas y por conveniencias grupales o partidistas constituyen una estafa moral a nuestro pueblo, habida cuenta de los muchos males que en el plano moral y social estos le han causado al país.

El otorgarle un reconocimiento a un político de la calaña del Dr. Marino Vinicio Castillo, justamente en un período electoral, coloca a nuestra corporación en un punto social oscuro que la contamina e infecta, y más si se trata del “móvil” de dicho premio o reconocimiento.  Usted muy bien sabe que lo que conduce a este supuesto premio es la “presentación” del jefe de la FNP de un libro políticamente racista, excluyente,  lleno de odio y violencia verbal que escribió el tesorero de nuestra Academia Manuel Núñez Asencio, aspirante a diputado al Congreso Nacional por el partido del abogado Marino Vinicio Castillo (FNP).  El libro que se puso a circular en nuestra Academia el jueves 10 de diciembre del año en curso fue presentado por este “político dominicano”. Dicho libro, titulado La dictadura del débil,es un libro monotemático de un autor monotemático y cuyas obsesiones prototalitarias, racistas, antihaitianas y supuestamente “duartianas” son de todos conocidas. Este documento es un panfleto, un escrito insultante, acusador, plagado de improperios, prejuicios exterminadores, demagógicos e incalificablemente portador de un odio profundo y visceral hacia nuestro vecino país; libro incitador a la violencia, a la provocación; escrito irrespetuoso de toda autoridad moral y desconocedor del valor ciudadano, ético y moral; libro virulento y sin respaldo lingüístico-cultural serio ni responsable; libro “calculadamente” electorero, politiquero y sobre todo con defectos verbales de lengua, redacción, ortografía, estilo y grafémica.

Pero el “tesorero” de nuestra Academia quiere “pagarle” a su amo por esta calculada y gananciosa presentación de su libro y, tomándonos como peleles y tarados, nos  implica en una maniobra indecorosa y amoral, utilizando nuestra Academia para catapultarse, encumbrarse en una próxima posición y función política como diputado.

Como miembro de número de esta venerable Corporación intelectual y sobre todo académica, estuve ausente el día de la convocatoria por motivo de compromiso docente en la UASD, donde por 28 años he ejercido la docencia. No pude faltar a un examen final debido a mi práctica ética y profesional como maestro de esa institución. Sin embargo, la convocatoria a esa reunión donde se le otorgó el Premio de la Academia al político y abogado referido no llegó a mi dirección electrónica acompañada de un expediente con documentos escritos (textuales) que demuestren el valor del contenido de dicha resolución de nuestra directiva. Ni tampoco de una Agenda (sic) que acompañe tal llamado o convocatoria con referencias, aportes, publicaciones o “valores escritos” que respalden intelectualmente la necesidad de la premiación en cuestión.

Estimado Bruno Rosario Candelier:

Usted no debe permitir que se utilice la Academia de la Lengua para semejantes maniobras personalistas, politiqueras y amorales. Es por eso que le pido ante todo cordura, sobriedad ante tal intento manipulador de otorgar reconocimientos y premios inmerecidos, sobre todo a “políticos” con una larga trayectoria de agravios al pueblo dominicano, pues usted sabe muy bien que esa “élite” se ha convertido en un cáncer social, una “plaga” devastadora que todo lo “pudre” en nuestra sociedad-cultura.

De ahí que, con su permiso y con el debido respeto, le hacemos un llamado a nuestra comunidad científica y académica para que juntos rechacemos, como en efecto lo estamos haciendo, este intento de agravio, daño y distorsión de nuestra función institucional y que, por lo mismo, preservemos nuestro espíritu formador, humanístico y promotor de los valores de libertad y moral de nuestra Academia. Rechazar esta “premiación” debe ser un deber ciudadano e institucional.

Atentamente,

Dr. Odalís G. Pérez

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